Santiago, Chile.- Convengamos que cada vez somos más adictos a la tecnología y a las comunicaciones. Nos gusta saber qué sucede cuando estamos lejos de alguien y los sistemas de mensajería han ayudado mucho en eso, pero en el caso del WhatsApp ya se han escrito cientos de páginas sobre su mal uso, en especial sobre el daño emocional que provoca el “psicopateo” o la vigilancia del otro. Ya sea que hablamos de trabajo o de pareja, estar pendientes de cómo se comportan los demás en la app se ha vuelto una costumbre que pocos se atreven a negar.

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Lo anterior se presta para hacer chistes, pero la verdad es que puede ser bastante dañino si hablamos de relaciones entre personas (si nos llegara mucha información de alguna empresa que utiliza WhatsApp, lo más seguro es que la bloqueemos, pero con los conocidos la cosa es diferente).

La adicción que nos produce el sistema, además de las inseguridad, mezclada con la “rumia mental”, como dice un amigo, genera que la mayoría de los usuarios se angustie si descubre que, a cierta hora por ejemplo, el otro estuvo en línea y no fue capaz de responder el mensaje enviado.

Claramente, si esto sucede con la pareja, la cosa es más grave, sobre todo si descubres que la otra parte dejó de comunicarse a cierta hora contigo y luego se conectó de madrugada con alguien más. Sí, parece mucha obsesión, pero suele suceder, con usuarios de todas las edades y no sólo con WhatsApp, sino también con otros servicios de mensajería.

El consejo más sano, para evitar la tentación de invadir la privacidad de amigos, parejas y colegas es simple: desconecta la función de la última hora de conexión La ruta es la siguiente: Ajustes- Información de Cuenta- Privacidad- Última vez. Ahí encontrarás todas las opciones para que elijas quién podrá ver la última hora de conexión (Todos, Mis contactos o Nadie).