En un escenario de permanentes cambios en las tendencias de consumo, las grandes compañías que producen esta clase de productos están obligadas a innovar. Desde Coca-Cola hasta Johnson & Johnson, todas las grandes empresas lo saben y por eso fortalecen cada vez más sus departamentos de I+D para adelantarse a los cambios.
The Coca‑Cola Company, por ejemplo, tiene mucho más que un simple departamento de desarrollo. La marca nacida en Atlanta tiene seis centros de investigación distribuidos en distintos lugares del mundo: dos en Estados Unidos (en la ciudad en la que tiene su sede y otra en el estado de Florida), uno en México (que funciona para toda América Latina), uno Shanghái (que opera para el sudeste de Asia y para Australia), uno en Tokio y, uno de los más grandes, en Bruselas (Bélgica), que abarca las necesidades de Europa, África y Medio Oriente.
En este último centro de I+D, desde donde surgen ocho de cada 10 productos que se venden en Europa, se difundieron imágenes y detalles de los procesos a propósito de un nuevo aniversario de Coca‑Cola en España.
En la planta I+D de Cola-Cola de Bélgica trabajan casi un centenar de especialistas y científicos de más de 10 países distintos.
Está ubicado en las afueras de Bruselas y en su ingreso hay una enorme puerta roja con una botella gigante de Coca‑Cola pintada y un extraño reloj pulsera.
Fue inaugurado en 2010 y es el segundo más grande de la compañía después del que está en Atlanta. El objetivo, como el de los otros I+D de Coca-Cola: desarrollar bebidas que se adapten a los gustos del consumidor de cada región.
Su trabajo es clave en la estrategia de mercadotecnia de la marca, ya que además de crear nuevas bebidas o adaptar las recetas de los productos que ya existen, también se dedica al desarrollo de envases innovadores, nuevos packaging y potenciales experiencias sensoriales.
Dentro de esta tarea, también se investiga sobre materiales que sean más sostenibles para el medio ambiente y equipos de enfriamiento con menores consumos y más eficientes. Esto último, con la utilización de inteligencia artificial.
Por año, el centro I+D de Bruselas desarrolla numerosas bebidas. Como parámetro, basta decir que en 2016, por caso, se llevaron adelante 48 nuevos productos, sólo para Europa. Además, más de 290 innovaciones de packaging.
Uno de los trabajos de los centros I+D es detectar tendencias y nuevas categorías de bebidas más allá de las tradicionales, como a partir de lácteos o de vegetales, por ejemplo.
Coca-Cola y sus nuevas tapas
Este año, en este centro se desarrolló un packaging basado en la eco-innovación. Se trata de una primera prueba piloto global de tapas adheridas a las botellas. El objetivo es cumplir con la iniciativa europea de sobre “plásticos de un único uso”, que comenzará a regir en 2024.
La idea es que esta prueba piloto sirva para testear la producción masiva de este nuevo formato, analizar el rendimiento en un clima cálido como el español (allí se hizo el lanzamiento) y recoger las respuestas de los clientes.
Se venderán casi 7 millones de botellas con las nuevas tapas en botella plásticas de medio litro de todas las variedades de Coca‑Cola (Original, Zero Azúcar, Light y Sin azúcar ni cafeína) y de Schuss.