Santiago, Chile.- Si vives en Europa, probablemente este artículo no sea de interés para ti. El viejo continente, entre otras gracias, tiene la ventaja de valorar la experiencia de las personas. De seguro hay países que constituyen la excepción, pero por lo general se da un respeto especial por quienes hay realizado un camino laboral interesante a lo largo de su vida y pueden aportar algo a las nuevas generaciones. En Latinoamérica, la situación es diferente. Compartimos algunas ideas para la reinvención.
Latinoamérica es un lugar para jóvenes (sí, el mundo también, pero no tanto) por lo que, pasados los cuarenta años, encontrar un buen trabajo – y que además nos apasione- no resulta fácil. Así las cosas, la reinvención es una buena idea, pero para conseguirla es necesario cambiar algunas estructuras mentales, modificarlas para que sean herramientas de éxito en tu próxima gestión.
Evitar la sensación de fracaso. El hecho de no haber “calzado” con una empresa o una carrera determinada no debe tomarse como un fracaso. Los tiempos de nuestros padres y abuelos, en los que alguien entraba como aprendiz a un lugar y terminaba siendo la mano derecha del dueño, pasaron. ¿Te despidieron o renunciaste a tu último trabajo y no encuentras otro? Olvídate del fracaso y comienza a verlo como una oportunidad para potenciar tus propios talentos.
Potenciar tus habilidades. ¿Qué es lo que crees que mejor haces en la vida? Revisa tus fortalezas y tus debilidades. Luego confróntalas con las miles de posibilidades que existen para hacer un negocio. Comienza pensando en un servicio, para que no tengas que invertir. Y eso implica desde hacer traducciones, escribir cartas por otros (todavía se usa en algunos lugares), diseñar artículos para una empresa, hacer encargos, vender almuerzos, llevar la contabilidad de los amigos y todos los etcéteras que surjan de tu propia experiencia. ¿Disfrutas de la jardinería? Aprende paisajismo por Internet.
Comienza con pequeñas labores. Lo peor que puedes hacer es encerrarte a esperar que te llamen para un puesto “a tu altura”. La verdad es que son pocas las personas que lo consiguen rápidamente, si es que lo hacen. Busca pequeñas labores que te mantengan ocupado y que te permitan seguir moviéndote económicamente, aunque sea con lo básico. De esta forma, seguirás en contacto con el mundo y si el mundo no te ofrece trabajo, al menos te dará ideas.
Finalmente, actualízate en tecnología. Tal vez nunca necesitaste saber más que enviar un e-mail. Hoy, las nuevas tecnologías exigen aprender a utilizar las herramientas que nos otorgan y comprender al menos algo sobre el marketing online y personal branding, dos conceptos que de por sí pueden ayudar a impulsar tu futuro. Una vez que estés al tanto, súmate a grupos de LinkedIn y otras redes sociales que promuevan el encuentro entre trabajadores y empresarios.
Busca, piensa, crea y no des paso a la desesperación. Es menos difícil de lo que crees.