Buenos Aires, Argentina.- El referéndum en las Islas Malvinas para que los propios habitantes decidan a qué país quieren pertenecer fue una gran jugada de marketing político. La consulta, de un resultado absolutamente previsible (sólo tres votos en contra), fue organizado para llamar la atención, como cualquier gran estrategia de marketing.
¿Desea que las Islas Falkland (Malvinas) conserven su estatus político actual como Territorio de Ultramar del Reino Unido?, es la pregunta que debieron responder –por Sí o por No– los habitantes de las islas el domingo y lunes pasado. “El referéndum impulsado por los propios habitantes de las islas tuvo un resultado cantado, y fue ideado con el sólo objetivo de llamar la atención internacional sobre sus deseos de seguir siendo británicos”, indicó el periódico el Cronista, de Buenos Aires.
Si bien el gobierno argentino le restó importancia, tampoco quiere que la contundencia del SI (sólo tres personas votaron por No), como una gran acción marketinera, pueda influir a los países miembros del Comité de Descolonización de Naciones Unidas, que tratan la disputa territorial por Malvinas anualmente.
“Los kelpers han aprendido mucho de marketing político en estos años. Y los fondos millonarios que reúnen por la venta de licencias pesqueras en aguas malvinenses les ha permitido contratar consultoras y empresas de marketing internacional para mejorar su imagen ante el mundo”, precisó el matutino.
Justamente, de eso se trata la postura argentina. Esta semana, la embajadora argentina en Londres, Alicia Castro denunció que el referéndum kelper es una “maniobra dilatoria y mediática” del Reino Unido y que es “irrelevante desde el punto de vista de derecho internacional”.
“Pero el principal interés de Londres es el petróleo hallado en las islas por empresas que planean comenzar a explotarlo a mediados del 2017, sin autorización argentina”, concluye el medio argentino.
Qué dice el periodico británico de las islas, aquí.
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