El CEO y fundador de Amazon, Jeff Bezos, y su esposa, la escritora MacKenzie Bezos, anunciaron este miércoles su plan de divorcio.
Hasta aquí, ninguna gran novedad más allá de que el hombre más rico de la Tierra, fundador de la empresa más valiosa del planeta (Amazon), planea separar su vida de la de su esposa. Un tema personal.
El detalle es que Bezos se convirtió en el mayor accionista de la compañía (posee el 16,3 por ciento de sus acciones), fundó la empresa espacial Blue Origin y compró The Washington Post, todo, durante su matrimonio de 25 años con MacKenzie.
El estado de Washington, donde Amazon tiene su sede y los Bezos tienen su hogar, es un estado de “propiedad comunitaria” según la ley estatal. Eso significa que, si la pareja solicita el divorcio allí, todos los bienes y deudas acumuladas durante el matrimonio se considerarán propiedad tanto del esposo como de la esposa. La ley dicta que estos activos se dividan equitativamente, a menos que un acuerdo prematrimonial indique lo contrario.
¿Tienen uno? No se sabe si la pareja tiene algún acuerdo de este tipo.
Según publicó CNBC, el abogado especialistas en divorcios con sede en Seattle, David Starks, dijo que “en el caso de los Bezos, donde Jeff tiene un patrimonio neto de US$ 137 mil millones, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, el tribunal probablemente dividirá el dinero en partes iguales”.
La preocupación más apremiante para los accionistas es cómo el divorcio podría afectar el control de Bezos sobre la compañía.
Los expertos entrevistados por distintas cadenas de noticias de los Estados Unidos no pudieron precisar otra situación previa en la que un fundador de una compañía tan influyente como Amazon se divorciara de un cónyuge con el que hubieran estado desde la fundación de la firma.
Un caso podría ser Rupert Murdoch, cuya segunda esposa, Anna, estuvo con él durante más de 30 años, al mismo tiempo que construía su imperio mediático. Se divorciaron en 1999, pero al parecer tenían un acuerdo prematrimonial.
“Será difícil para los Bezos dividir su riqueza sin ver qué hacer con las acciones en Amazon”, dijo Jordan Neyland, profesor de Derecho en la Universidad George Mason y que ha escrito un libro sobre el tema de los divorcios de los CEO. “Hay muchos divorcios anteriores de CEO, esto es diferente: un fundador que se divorcia en el cargo”, agregó a CNBC.
Normalmente, los CEO evitan dividir sus acciones y lo que hacen es dejar otros activos a sus cónyuges, como bienes raíces u otros bienes. Pero para los Bezos, según Neyland, “toda la riqueza estará necesariamente atada a Amazon”.
Para Starks, es muy probable que aunque no haya acuerdo prenupcial, la pareja ya haya acordado antes de hacer el anuncio público cómo dividirán los bienes.
El presidente de la Academia Americana de Abogados Matrimoniales, Peter Walzer, sugirió que “lo único que debería preocupar a los accionistas es un litigio largo”.