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Información compartida errónea por falta de juicio critico de los usuarios y desinformación difundida con objetivos polarizadores y de manipulación son una constante en el espacio digital.
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Un verificador de información da ejemplos de cómo identificar la información fuera de contexto, falsa y las campañas en contra de la veracidad.
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No obstante, el reto está en educar a los usuarios sobre la difusión de la información y en el ojo con el que consuman en línea.
Debido a la guerra digital que hay en el internet ocasionada por la invasión de Rusia a Ucrania, los ataques cibernéticos en redes informáticas, el contenido falso y campañas de desinformación han aumentado. Ante los hechos, el equipo de Snopes –página de validación o invalidación de información en internet– confirmó la divulgación de información falsa por medio de imágenes y videos sin contexto o con información engañosa que pasan entre los feed de las redes sociales como auténticos y brindó unos tips para detectarlo.
Los verificadores diferencian el contenido en redes sociales como información errónea y desinformación; aunque los dos conceptos están relacionados con la difusión de información falsa en internet existen diferencias cuando se decide compartir el contenido. La información errónea es aquella que tus conocidos comparten sin tener conocimiento de su veracidad y la desinformación es difundida deliberadamente para influir en los discursos o en la opinión pública.
Imágenes y videos compartidos sin contexto y el deep fake: desinformación sobre Rusia-Ucrania
Nos encontramos en la era de los medios digitales, donde la realidad proyectada dentro de ellos, a veces, incide más que la propia realidad. Actualmente, con la gran difusión y rapidez de los videos e imágenes, ya es difícil comprobar su autenticidad.
Tras la invasión de Rusia a Ucrania, los movimientos migratorios de la población, los ataques, la evacuación de las ciudades y la exposición de motivos de los presidentes. Las redes sociales iniciaron campañas contra la desinformación, por ejemplo, YouTube elimina aquellos videos que no expongan la dimensión del conflicto; no obstante, la avalancha de información es enorme con imágenes y videos engañosos.
De acuerdo con la página verificadora videos como “Ghost of Kyiv”, creada con un juego de simulación digital, el video de soldados rusos y ucranianos bailando juntos, el tanque ucraniano chocando contra una barrera rusa luego de la invasión en Ucrania son videos que aunque reflejan el contexto actual no están compartidos en el momento adecuado.
Asimismo, se presentan imágenes retocadas con photoshop y escenas de películas tergiversadas con el objetivo de polarizar la opinión y evocar emociones respecto al panorama bélico de los países.
Para identificar la falsedad de la información, Snopes recomienda reconocer los grados de manipulación dictados por la Asociación Estadounidense de Psicología: suplantación de identidad, conspiración, emoción, polarización, desacreditaron y troleo.
La página verificadora utiliza una herramienta llamada “búsqueda inversa de imágenes” para determinar si una imagen es auténtica o no y la evaluación depende de si el contenido impulsa agendas políticas o parece fuera de lugar evocando sentimientos poco adecuados al sentido informativo.
Herramientas como Google Images, TinEye, Yandex y Big Images ayudan a conocer el origen de las imágenes en línea.
Respecto a la identificación de los videos, el deep fake ha tomado gran relevancia, es decir cuando una imagen o video es manipulada digitalmente y se hace pasar por auténtica, cambiando el personaje en lugar e otro, o el cuerpo y altera el discurso.
Los riesgos del deepfake son lo que estamos observando en los videos compartidos donde se ve al presidente Vladimir Putin dando discursos fuera de lo compartido en la opinión pública o a Volodymyr Zelensky fundados en la falta de credibilidad y veracidad, desembocando desinformación, difamación o hasta chantaje.
Para su identificación es necesario ser observador de las proporciones y buscar los videos de origen en páginas oficiales.
Frente a la desinformación, los usuarios tienen que volverse críticos de lo que consumen, publican y comparten en línea y con la capacitación adecuada, los usuarios se convierten en una pieza clave para detener la pandemia de información falsa en los espacios digitales.