La revolución digital ha impactado radicalmente la forma en que nos comunicamos, tanto las personas como las empresas. En ese sentido, la comunicación corporativa está tomando nuevos rumbos, que facultan a las organizaciones tener mayor control en sus contenidos y mayor certeza en el perfil de sus audiencias.
Es a través del Internet, donde las empresas encuentran medios interactivos que les permiten desarrollar comunicación directa y personalizada con sus clientes o consumidores, en tiempo real y con disponibilidad prácticamente permanente.
La forma en que se comunican y consumen información las nuevas generaciones ha obligado a las corporaciones a tomar otros caminos para comunicarse, con el fin de entablar conversaciones y tratar de influir en las decisiones y comportamientos de los consumidores.
Las condiciones han cambiado, pero también las herramientas para adaptarse a estas condiciones. Partimos del hecho de que las empresas ostentan el conocimiento y que ahora, cuentan con canales propios para comunicarlo y empaquetar sus historias.
Es decir, el conocimiento se traduce en contenidos, los contenidos son la materia prima de los medios y los medios…están ahora en casa. Este es el principio que está trasformando la manera en que se comunican las empresas y lo que está regenerando en cada una de ellas la circunstancia para integrar su propia compañía de medios (Media Company).
Y esto es factible gracias a la evolución de las tecnologías de la información, que habilitan a una empresa – pequeña, mediana o grande-, para desarrollar su propia compañía de medios, tan influyente como la relevancia de sus contenidos y tan pródiga como el uso inteligente de su ecosistema digital se lo conceda.
El ecosistema digital tiene como eje la página web, que a partir del uso de herramientas como Google Analytics, SEO, SEM, CRM entre muchas otras; una variedad de plataformas para comunicarse como micrositios, newsletter, blog, correo electrónico, posts en redes sociales, landing pages; formatos diversos para contar sus historias, como videos, audios, foros, chats, wikis, webinars, por mencionar los más conocidos y accesibles, faculta a la empresa para operar su Media Company propia.
Si bien los medios propios tienen su influencia en el comportamiento y toma de decisión de los consumidores -según Invesp, el 78 por ciento de las personas afirman que las publicaciones de las compañías en las redes sociales impactaron en sus compras- no por ello hay que soslayar el valor de una estrategia de comunicación integral.
Las estrategias de medios propios son complejas y requieren un compromiso real de tiempo y recursos. Mas debe de quedar claro que son sólo un elemento más dentro de un esfuerzo integral de comunicación. En el fondo, convertirse en una media company busca el recuperar el control de la información, evitar intermediación en su manejo y crear relaciones más allá de lo estrictamente comercial.