Hace algunas semanas arrancó el Pitching Machine, y Catarsis fue uno de los equipos finalistas quienes tendrían sobre sus hombros la misión de generar una experiencia única que invitara a las personas a romper su rutina con Pepsi.
Para conseguirlo, el equipo se dio cita en una escuela de fotografía, donde de eligieron a tres estudiantes quienes tendrían la suerte de transformar por completo un día común y corriente en toda una aventura.
Los estudiantes elegidos ignoraban a dónde serían llevados, sin embargo, estaban dispuestos a vivir una experiencia única, por lo que sin dudarlo se dejaron conducir por el equipo Catarsis hasta el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde se sorprendieron al descubrir que los esperaba una clase de fotografía aérea a bordo de un helicóptero -impartida por Pablo Lomelí, fotografó embajador de CANON- el cual los llevó a conocer los sitios arquitectónicos más importantes de la ciudad y sus alrededores, incluyendo la zona arqueológica de Teotihuacán.