Antes de la pandemia, en 2019 nuestro consumo en entretenimiento en streaming, ya sea películas, series, documentales, podcast o cualquier producto audiovisual, era totalmente diferente al que es ahora en la post pandemia.
Los consumos de los productos audiovisuales son otros. Los horarios de consumos son diferentes, las cantidades y lo que se consume es totalmente diferentes. Existe una demanda de contenido importante. La tortilla ha cambiado totalmente.
Por ejemplo, el segmento que más demanda de consumo de entretenimiento demanda es el de los nuevos adultos jóvenes o “Young Adults”. En especial esta generación esta consumiendo mucho entretenimiento.
Con la pandemia también pasó algo interesante, muchas producciones se pausaron por algún periodo de tiempo, cerca de un año o por lo menos seis meses, entonces lo que pasó es que se hizo una especie de cuello de botella.
Muchos dejamos las calles, nos encerramos por miedo a contagiarnos y morir de COVID y nos encerramos a trabajar o a hacer como que trabajábamos. Entonces, nos despachamos todo el contenido de las plataformas y los principales jugadores streamers se vieron en la necesidad de salir al mercado de productos reciclados y comprar algunos productos caducos o viejos para salir de la demanda.
Por lo menos hasta mediados del 2020 y que su catálogo no se agotara y perdieran la batalla contra alas otras plataformas competidoras que estaban surgiendo en el mercado.
Youtube salió al quite y creció y creció en la pandemia
Al no haber mucho contenido que ver y tampoco mucho que hacer, la gente nos vimos en la necesidad de buscarnos la vida en Youtube. Literal buscar nuestra razón de ser y existir en Youtube.
Ante tal incertidumbre mundial buscamos la salida en una de las redes sociales más antiguas. Y se dio un proceso interesante y un buen círculo virtuoso. Muchos generadores de contenido salimos a decir lo que pensábamos en estos tiempos de incertidumbre y muchos nos vieron.
Así fue como Youtube se convirtió en el medio de la pandemia del mundo. Nuestro medio mundial de la incertidumbre.
Ya no seremos iguales nunca más. Nos han cambiado. No voltearemos para atrás. No somos los mismos y no buscamos las mismas respuestas. Nuestra identidad cambió, por lo menos en el mundo clase mediero consumista y materialista.
Y lo que necesitamos son productos audiovisuales que nos alegren y nos entretengan. Que nos aporten verdadero contenido para seguir adelante. Porque en estos dos años ya lo vimos todo. Literal.