Por Carlos Luer
Twitter: @carlosluer
Una de las condiciones que nos rige a las personas en este mundo es el constante anhelo de una vida mejor. No importa si lo que buscamos es éxito profesional o personal, dinero, una pareja, poder o la paz interior, las personas vamos por la vida identificando y buscando obtener aquellas cosas que creemos que satisfacen una “carencia” que percibimos en nosotros o nuestro entorno.
¿Qué diferencia a las personas que logran lo que se proponen de las que lo intentan sin lograrlo? ¿Qué hace que unos tengan éxito donde otros fracasan? Se sabe que el conocimiento, posición social o profesional, si bien influyen positivamente para lograr las cosas que deseamos, no son condicionantes ni determinantes. ¿Cuántos de nosotros no conocemos el “famoso caso de aquella persona” que, con muchas limitaciones y frente a mil adversidades, logra objetivos extraordinarios y construye una vida fructífera y “exitosa”? Obvio que la respuesta es compleja y no depende de un solo factor. Sin embargo, uno de los principales rasgos que encuentro determinantes para lograr nuestros anhelos es: La automotivación.
La automotivación es la habilidad que tenemos las personas para convertir en acción nuestra voluntad y determinación. Es encontrar en nosotros la causa que nos lleva a alcanzar las cosas que nos proponemos. Es el proceso interno en el que una persona descubre, nutre y mantiene una causa que le permite mantener el curso de sus acciones, orientadas hacia un resultado específico.
A continuación quiero compartir algunos pasos importantes para desarrollar la automotivación:
Encuentra tu propósito – Este es uno de los puntos más importantes, ya que para lograr algo es muy importante comenzar desde la perspectiva correcta. Es decir, tener un propósito es totalmente diferente a “desear algo”. Mientras que un deseo consiste en anhelar algo “ajeno a nosotros” que esperamos obtener mediante la “influencia” de un agente “externo”, un propósito implica la apropiación de ese deseo para utilizarlo como una fuente de poder personal que nos motivará y determinará para alcanzarlo. El propósito es la causa que “empodera” nuestras acciones para convertirnos en los únicos responsables de conseguir lo que queremos.
Analízate – En muchas ocasiones, la gente pasa por alto el “observarse” o “analizarse” con regularidad, pensando implícitamente que se conoce bien, que “sabe lo que hace” y “entiende lo que quiere”. Ese puede ser un gran error. La gente que no se observa y evalúa constantemente tiende a enredarse en una misma rutina.
Por otro lado, las personas que se autoanalizan, están constantemente cambiando y buscando mejorar sus áreas de oportunidad y por lo tanto es difícil que se estanquen en una rutina. Observarse y evaluarse constantemente es uno de los pasos más importantes, ya que a mayor conciencia de nuestras “fallas y aciertos”, nos será mucho más fácil romper los viejos vicios y fortalecer nuestros rasgos fuertes. Así pues, entre mejor conozcamos nuestras debilidades, podremos evitar que nos afecten negativamente, mientras que a mayor conciencia de nuestras fortalezas, tendremos más oportunidades de desarrollarlas y aprovecharlas en pro de nuestros propósitos.
Explota tus fortalezas – En muchas ocasiones, la forma de pensar en occidente tiende a orientar nuestra atención a la corrección de nuestras fallas, en lugar del desarrollo de nuestras fortalezas. Al enfocarnos en “perfeccionar” una debilidad, las personas gastamos mucha más energía que si nos enfocáramos en desarrollar una fortaleza. Así pues, atender nuestras debilidades se convierte en una prioridad hasta el punto en el que no sean un obstáculo para nuestro desarrollo. Mientras que basar nuestro propósito en el aprovechamiento y desarrollo de nuestras áreas fuertes derivará en resultados abrumadoramente diferentes y alimentará nuestra propia motivación.
¿Cuál es tu propósito? ¿Realmente lo sabes? ¿Qué tanto eres presa de tu rutina? ¿Conoces bien tus fortalezas? La próxima semana seguiremos platicando de más claves para desarrollar la automotivación y lograr lo que deseamos.
Mientras tanto te invito a que participes en este espacio y me sigas en @carlosluer. ¡Saludos!