Con la celebración el pasado 12 de diciembre de uno de los máximos iconos religiosos en México, dio inicio el denominado maratón Guadalupe-Reyes, uno de los periodos más festivos en nuestro país. Ante ello, la llegada de esta temporada trae consigo retos alternos en el proceso de gestión de marca, pero también grandes oportunidades que deben ser aprovechadas.
Uno de los principales desafíos es garantizar que nuestra estrategia de comunicación está preparada para brindar conciencia, recomendaciones y acompañamiento del cliente en un periodo distinto respecto a otras épocas del año.
Las particularidades de comportamiento de consumo durante el “maratón” van desde altos niveles de compra y sobreendeudamiento, hasta cambio de dieta e ingesta, por mencionar algunos ejemplos, por lo que es obligación de las marcas ofrecer recomendaciones para disfrutar las fiestas.
Un aspecto a destacar dentro de nuestra estrategia temporal es comunicar nuevos ángulos de celebración, es decir, debemos hacer énfasis en las nuevas estructuras familiares, la globalidad e incluso la hiperconectividad, tendencias que son resultado de cambios trascendentales en la sociedad, las soluciones tecnológicas e incluso el clima.
Un segundo elemento prioritario debe ser la construcción de marca de una forma responsable, es decir, promoviendo un consumo planificado; resignificando el concepto de gasto por el de inversión; cambiando la satisfacción de corto plazo por la sostenibilidad; comprar por el compartir, y la desconexión para convivir de forma personal.
En el caso del sector asegurador, podemos echar manos de múltiples mensajes, como por ejemplo, fomentar la prevención de accidentes, a través de un consumo responsable de alcohol y evitando manejar cansado o a alta velocidad; o aprovechar la mentalidad de renovación que surge cada inicio de año, para concientizar a la población en general sobre la necesidad de contar con un seguro para protección del patrimonio y de sus seres queridos.
Es importante que el acompañamiento y los mensajes que promovamos se potencialicen a través de los diversos canales de comunicación con los que están interactuando nuestro cliente, y que van desde redes sociales y difusión de mensajes clave a través de los empaques, hasta el obsequio de kits de productos.
Es trascendental considerar que las audiencias tienen una alta receptividad a los mensajes de las marcas que contribuyen a crear la atmósfera de esta época, con lo cual los mensajes de ratificación del bienestar son cruciales en la coyuntura.
Algunos elementos como el amor, la paz y la armonía pudieran sonar a clichés promovidos por la misma industria mercadológica, pero lo cierto es que aún en personas que mantiene una disposición reservada ante el consumismo, la actitud de aceptación a mensajes que promuevan valores positivos está latente.