- Una comediante compartió una foto doméstica en Instagram. Nunca imaginó que desencadenaría una noticia falsa.
- Aunque ironizaba sobre necesitar ayuda para cortar césped, un titular sensacionalista amplifica la situación, exponiendo la obsesión por los clics en medios.
- Esta tendencia refleja cómo los clics impulsan estrategias de marketing digital y plantea interrogantes sobre la integridad periodística.
En el mundo de las redes sociales, una publicación puede desencadenar una serie de eventos impredecibles.
Malena Guinzburg, una destacada figura del humor en Argentina, experimentó esto de primera mano al compartir una instantánea de su cotidianidad en Instagram.
A sus 44 años, la hija del comediante y presentador Jorge Guinzburg, compartió entre sus seguidores una historia pidiendo, irónicamente, ayuda.
Guinzburg se registró en un video en su fin de semana en una propiedad campestre, donde se había dedicado a una dura tarea (esto sí era cierto): cortar el césped valiéndose de una bordeadora.
En su publicación de Instagram, expresó con humor: “Sospecho que necesitaré un tractor”.
Lo que podría haber quedado como una simple anécdota compartida con sus seguidores, adquirió una dimensión insospechada cuando la comediante añadió algo de humor: “Voy a morir de una hernia”.
El click antes de todo
La situación adquirió un giro aún más inusual cuando Malena Guinzburg recurrió a Twitter para comparar su fotografía en plena tarea de segar el césped con una captura de pantalla del artículo publicado en el medio argentino A24.
Hice una historia jodiendo con que iba a tener una hernia si seguía cortando el pasto con una bordeadora y que quería canje de tractor… la nota que salió a raíz de eso??♀️ pic.twitter.com/hrUwoRlE5H
— Malena Guinzburg (@mguinzburg) August 10, 2023
El titular sensacionalista rezaba: “PREOCUPACIÓN: A los 44 años, Malena Guinzburg hizo un dramático pedido de ayuda: ‘Voy a morir’“.
La “noticia” del medio argentino pone en evidencia la lamentable búsqueda que algunos sensacionalistas perpetran en aras de conseguir el codiciado “clic”, incluso a expensas de exponer supuestos problemas de salud que carecen de todo fundamento.
La instantánea de Guinzburg, ilustrativa de una situación doméstica común, fue convertida en un estandarte de la exageración y la alarma infundada.
Esta tendencia no es ajena al vertiginoso panorama del periodismo digital actual, donde los titulares sensacionalistas desempeñan un papel crucial en la competencia por la atención del público.
La obsesión por los clics y la seducción de los algoritmos que rigen la visibilidad en línea, ha llevado a algunos medios a descuidar su responsabilidad de presentar información veraz y relevante.
En un mundo donde el tiempo de atención es fugaz y los ingresos publicitarios digitales dependen en gran medida de la cantidad de clics generados, se ha forjado una cultura de sensacionalismo y exageración.
Estrategias de marketing digital
Detrás de la manía por los clics hay una estrategia de marketing digital estructurada.
Los clics, eslabón esencial en la cadena de interacciones en línea, determinan la exposición de un artículo o contenido. Cuantos más clics reciba un artículo, mayor será su visibilidad en los motores de búsqueda.
Esto, a su vez, resulta en más oportunidades para presentar anuncios contextuales que se ajusten a los intereses del usuario, generando así más ingresos publicitarios.
¿Es válido recurrir a la exageración y el temor infundado para atraer la atención del público? ¿Qué papel juegan la integridad y la veracidad en el periodismo contemporáneo?
La comediante argentina, desde un simple video casero hasta las portadas sensacionalistas obliga a reflexionar sobre el verdadero valor de la información en una era digital obsesionada con el clic a cualquier precio.
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