PorĀ Camila GonzĆ”lez
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Una idea que naciĆ³ mĆ”s de una visiĆ³n romĆ”ntica y altruista alrededor de los fans de un grupo de rock, el crowdfunding, hoy se convierte en una alternativa real que desahoga los sueƱos de una sociedad en crisis, y quĆ© crisis. Me refiero a EspaƱa. Para el primer semestre de 2012, segĆŗn la empresa Socios Inversores, la prĆ”ctica de financiamiento colectivo en este paĆs creciĆ³ 27%.
Tal cual, esta lĆŗcida posibilidad de unir fuerzas y bolsillos en torno a un proyecto ahora resulta clave para muchos espaƱoles, cuya Ćŗnica alternativa para comer en su paĆs es montar su propio concepto de negocio, en medio de un contexto en el que el sector bancario y estatal cierra poco a poco sus puertas a las posibilidades de financiarlos.
AsĆ las cosas, las cifras revelan que 40% del crowdfunding se ubica en Europa, 57% en NorteamĆ©rica y 3% en el resto del mundo. AdemĆ”s, la prĆ”ctica estĆ” tomando una fuerza inusitada, mientras en 2009 moviĆ³ cerca de 530 millones de dĆ³lares, en 2012 estuvo se acercĆ³ a los 2,800 millones.
Y es que incluso los espaƱoles fueron precursores de esta idea de hacer red para financiar. Ocho aƱos antes (en 1989) de la gira del grupo britĆ”nico Marillion, considerada primera piedra de la prĆ”ctica, el grupo Extremoduro habĆa financiado asĆ su primer disco.
Hoy, ademĆ”s, de que en este paĆs existen las plataformas de Verkami y Vorticex, entre varias otras, sorprende que en noviembre pasado Grupo Prisa despuĆ©s de la penosa situaciĆ³n de despedir a 130 de sus colaboradores, lanzĆ³ MyMayorCompany, la versiĆ³n espaƱola del Huffington Post. ĀæLa crisis los lanza al crowdfunding? Suena a clichĆ©, pero es mĆ”s que real, la uniĆ³n hace la fuerza.
Incluso tambiĆ©n el crowdfunding solidario crece en la āmadre patriaā, con plataformas que promocionan y soportan las causas sociales y culturales como Flipover, Goteo, Micronaciones.net y Mi grano de arena.
Tenderse la mano y ver mĆ”s allĆ” de las narices cuando Internet nos abre puertas no imaginadas al mundo puede estar haciendo la diferencia hoy cuando la crisis espaƱola estĆ” desatando hechos impactantes como el suicidio de dos viejos este mes en Mallorca. Una carta revelĆ³ que el aviso de desalojo por las deudas de su casa no les dejĆ³ otra salida a estos dos jubilados. QuĆ© doloroso. Muy doloroso.
AsĆ es como los nuevos caminos del marketing digital, o mĆ”s bien de la uniĆ³n humana a travĆ©s de la virtualidad, pueden situarse como un punto de alivio en el mapa de la realidad.