- A tres semanas de que den inicio los Juegos Olímpicos de Tokio, el COI ha puesto , una vez más, en duda la asistencia de público para las distintas disciplinas.
- Más allá del panorama desangelado que ello representa, hace que surjan preguntas acerca del papel que los anunciantes tendrán en la justa deportiva.
- La Copa América, vio cómo los patrocinadores -de gran envergadura en algunos casos- se fueron poco a poco bajando del barco de la competencia futbolística.
Una vez más el Comité Olímpico Internacional (COI) puso en duda que durante la justa deportiva, para la cual faltan tres semanas, se pueda contar con la asistencia de público en las gradas, lo anterior obedece al estado de la emergencia sanitaria por coronavirus en Japón, país que albergará las competencias. Pero más allá del lamentable hecho de que el avance en las campañas de vacunación parece no mermar la enfermedad en el mundo. Una interrogante surge a raíz de este nuevo paradigma ¿que pasará con los patrocinadores?, ¿se mantendrán en la competencia?, la duda anterior es válida porque tenemos un antecedente muy cercano, la Copa América que se disputa de este lado del charco, donde previo a su realización comenzó una suerte de búsqueda de posada, en la que no se sabía bien a bien quien se quedaría con la competencia, al final ganó Brasil, no sin antes levantar la polémica y perder algunos auspiciantes en el camino.
¿Quiénes son los patrocinadores de los JJOO?, el grupo es denominado “The Olympic Partner”, tienen un alcance global y un presupuesto multimillonario. Las empresas que forman parte de este grupo son: Coca-Cola, AirBnb, Alibaba, Atos, Bridgestone, Dow, General Electric, Intel, Omega, Panasonic, P&G, Samsung, Toyota y Visa. Este séquito conforma el primer nivel, es decir, los más importantes para la justa deportiva que tienen una ventaja comercial, durante el tiempo que dure su contrato, de dar uso a los símbolos de los Juegos Olímpicos (los aros que todos conocemos).
Para el segundo nivel, conformado por el Comité Organizador, se encarga de tener todo listo para que los Juegos se lleven a cabo en tiempo y forma. Por ello, son los que más gastan en infraestructura (construcción de estadios, de la villa olímpica, etc.).
Los fondos los obtienen de diferentes formas, pero la más importante es el patrocinio directo de empresas. Para Tokio 2020, se estimó que dicha cantidad sería de 3,000 mdd. A diferencia del otro grupo de patrocinadores, estos solamente pueden utilizar el logotipo de los actuales Juegos Olímpicos; además de que están sujetos a ciertas restricciones, principalmente geográficas.
Algunas de estas marcas son: Asahi, Asics, Canon, Eneos, Nec, Fujitsu, Mizuho, SMCX, Meiji y Lixil.
Las dudas del COI
Vedar a todos los espectadores de los Juegos Olímpicos de Tokio sigue siendo una posibilidad al comenzar la justa mundial en apenas tres semanas en medio de una pandemia, dijo la presidenta del comité organizador de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, el viernes.
Hace 10 días los organizadores anunciaron su decisión de permitir la presencia de hasta 10 mil espectadores locales en las tribunas. La decisión de vedar a los espectadores extranjeros se tomó hace meses.
La nueva decisión, de tomarse, obedecería a un nuevo aumento de los casos en Tokio, la aparición de la muy contagiosa variante delta y el miedo a que la llegada de 15 mil 400 deportistas olímpicos y paralímpicos y decenas de miles de personas más a Japón provocaría un evento supertrasmisor.
“Los cambios en la transmisión y cómo será, todavía no está claro”, dijo Hashimoto en conferencia de prensa. “Pero desde la perspectiva de Tokio 2020, incluimos la opción de no tener espectadores”.
¿Pueden bajarse los patrocinadores?
La respuesta es sí, cualquiera de los dos niveles puede determinar en cualquier momento no participar como patrocinador de los Olímpicos que vienen, los que por cierto, se siguen llamando Tokio 2020, por un tema legal, así se “protegió” de futuras demandas al decir que el evento se seguirá llamando “Tokio 2020”. Al tener el mismo nombre, no habrían cláusulas que se rompan. con patrocinadores o quienes hayan pagado por derechos televisivos, sin embargo, habría consecuencias, estas serían que tendrían que pagar una indemnización que por contrato se acepta cuando se firman los contratos, es una suerte de seguro al que se tiene que acceder sí o sí, para poder pertenecer a cualquiera de los niveles mencionados.
A dicha compensación, se tendría que sumar las pérdidas del primer aplazamiento, para el cual ya se tenía mercancía preparada. Las pérdidas están principalmente en gastos que ya no se pueden recuperar o postergar, como la elaboración de campañas publicitarias, la producción de bienes perecederos (como alimentos), los permisos solicitados para hacer concursos o activaciones, y las pautas contratadas en televisión.
A eso también hay que agregarle las pérdidas en reservaciones en hoteles y vuelos para todas aquellas marcas que enviarían a su personal durante la celebración de Tokio 2020
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