Una de las fantasías más emblemáticas de la ciencia ficción es la creación de automóviles que tengan la capacidad de manejarse por sí solos a través de sistemas operados por inteligencia artificial. Actualmente es innegable que la industria automotriz está acelerando la adopción de la tecnología capaz de materializar este sueño y gracias a empresas como Uber, Tesla y Google, el día de hoy de los coches autónomos ya son una realidad. Pero, ¿cuál será su futuro en el mercado?

La Asociación Automovilística de Estados Unidos (AAA por sus siglas en inglés) tiene un dato que puede dar una idea clara de cómo se desenvolverán los coches autónomos en el mercado. Según una encuesta realizada por el organismo, el 78 por ciento de los ciudadanos estadounidenses tiene miedo a los automóviles manejados a través de la inteligencia artificial. Es decir, uno de cada 5 personas en el país de las barras y las estrellas tiene la intención de adquirir un coche autónomo.

La misma encuesta entrega otro dato revelador sobre la percepción que tienen los consumidores de la industria automotriz de los coches autónomos: el 54 por ciento de los conductores se sienten menos seguros compartiendo calles con coches autónomos. 

¿Por qué tanto miedo a los automóviles autónomos? Existen dos casos que fueron sumamente mediáticos que ayudan a reforzar esta creencia: El fallo de un Tesla S que no reconoció a un camión de transporte y terminó provocando la muerte de Joshua D. Brown y el video que muestra al coche autónomo de Uber pasándose altos a diestra y siniestra.

A pesar del miedo generalizado, los gigantes de la industria automotriz tienen ven con buenos ojos el mercado de la inteligencia artificial aplicada a los automóviles. Un ejemplo claro es la alianza entre Renault y Nissan quienes unirán fuerzas para diseñar un sistema de navegación autónomo de la más alta calidad, cuyo objetivo sea evitar en un 99.9 por ciento el riesgo de accidentes de tráfico.

Y las cifras están de su lado: según BI Intelligence para el 2020 habrá un total de 10 millones de coches autónomos funcionando alrededor del globo. Un número suficiente para volverse un mercado competitivo en el panorama del transporte.