Aunque Coca-Cola es una de las marcas más poderosas del mercado, la realidad es que la pandemia no paso por alto en su negocio.
Y es que como era de esperarse, la emergencia sanitaria se tradujo en un duro golpe para la economía en términos generales, lo que de una u otra manera golpeó a más de un negocio.
EL impacto económico
Para darnos una idea, basta con reconocer las cifras entregadas por Bloomberg Economics, las cuales a principios de la pandemia hicieron un cálculo de cuánto podría costarle esta crisis sanitaria a la economía global. La estimación creía que, en el mejor de los casos, se podrían perder alrededor de 6 billones de dólares en todo el mundo por culpa de esta pandemia. Esto sería igual a una contracción de 4 por ciento frente a la cifra para 2019. No obstante es justo considerar que esta proyección hablaba de una recuperación mundial hacia la segunda mitad del 2020 que nunca llegó.
Estas cifras pueden dar luz sobre el impacto que los negocios de miles de marcas en el mundo aún padecen, en donde Coca-Cola no fue la excepción.
Los ingresos operativos netos de Coca-Cola para 2020 alcanzaron los 33 mil 014 millones de dólares, 11 por ciento menos que lo reportado el año previo.
De la misma manera, su utilidad neta consolidada se contrajo 14 por ciento en el mismo lapso para llegar a 7 mil 768 millones de dólares, de acuerdo con su reporte trimestral.
Estrategia para salir de la crisis
Con estas cifras de antesala, la gran refresquera ha tenido que ajustar su estrategia para no perder la rentabilidad de su negocio.
Lo que el plan de Coca-Cola propone en términos generales es una estrategia de mercadotecnia más concentrada, en el que además de reducir su propuesta comercial en 50 por ciento para quedarse con apenas 200 productos, supone que las audiencias estarán expuestas a estrategias de marketing y publicidad enfocadas a pocas marcas.
Para las empresas esto suma, cuando menos de momento, a la ecuación ganar-ganar. No es un secreto que los presupuestos en publicidad y mercadotecnia se han reducido, y con menos marcas que vender es mucho más sencillo maximizar resultados.
Lo que queda en duda es si esta estrategia durará para las empresas y los analistas coinciden que esto no sucederá.
Los consumidores volverán poco a poco a la normalidad y a querer nuevamente variedad de productos.
Concentrar el negocio
No obstante, para Coca-Cola la apuesta sigue siendo la de hacer estructuras más compactas con la intención de ganar agilidad en un mercado que ha impuesto nuevas reglas.
Con esto en mente, la gran empresa ha creado una nueva unidad de negocio que llegó bajo el nombre de “Europa” misma que entró en vigor de manera oficial el pasado 2 de abril y que busca unificar las antiguas divisiones de Europa Occidental y Europa Central y Oriental.
Con esto se trata de una arista que comprende la operación de más de 40 países y que estará a cargo de Nikos Koumettis.
Esta decisión se enmarca en la transformación estratégica que está desarrollando la compañía a nivel mundial, con el objetivo de salir más fuerte de la pandemia y acelerar su crecimiento.
Este tipo de movimientos podrían ser la constante en los siguientes meses. Otras marcas podrían seguir los pasos de Coca-Cola para operar con estructuras más concentradas y a la vez más ágiles para adentrarse a una nueva normalidad de la que todos hablan pero de la que poca certeza se tiene.