El mercado de packaging crece velozmente en todo el mundo. En parte, impulsado por el fuerte avance de las compras en línea y por el desarrollo de nuevas tecnologías. Las grandes marcas de productos de consumo masivo, como Coca-Cola, están permanentemente analizando nuevos desarrollos y proponiendo cambios que testean en algunos mercados y, si funcionan, los llevan al resto del mundo.
Un estudio de Smithers Pira llamado “El Futuro del Packaging: pronóstico a largo plazo” dice que el mercado mundial de packaging gozará de una expansión de cerca del 3% anual hasta 2028. En esa fecha, llegaría hasta los 1,21 billones de dólares.
Este ejemplo de Coca-Cola en España es últil para mostrar este progreso y, a la vez, para ver cómo se relaciona con el objetivo de las marcas de avanzar en el cuidado del medio ambiente.
Como parte de los proyectos “Un mundo sin residuos” y “Avanzamos” que Coca-Cola tiene en Europa, la marca de Atlanta presentó un packaging basado en la eco-innovación y el diseño con una primera prueba piloto de tapas adheridas a las botellas en España.
Con el objetivo de cumplir con la iniciativa europea de sobre “plásticos de un único uso”, que comenzará a regir en 2024, Coca-Cola lanzó la fabricación de las primeras tapas adheridas a las botellas en su fábrica de Barcelona.
La idea es que esta prueba piloto sirva para testear la producción masiva de este nuevo formato, analizar el rendimiento en un clima cálido como el español y recoger las respuestas de los clientes a una innovación como ésta.
Si funciona, las nuevas tapas llegarán al resto del mundo.
Según dijo la marca, buscan dar un mensaje al consumidor: “Goza de tu refresco, vuelve a cerrarla y recicla la botella y la tapa juntas”.
El tapón tiene una frase impresa: “Nuevo tapón, por favor recíclame”.
La prueba tiene un tiempo de testeo: algo más de dos meses.
Se venderán casi 7 millones de botellas con las nuevas tapas en botella plásticas de medio litro de todas las variedades de Coca‑Cola (Original, Zero Azúcar, Light y Sin azúcar ni cafeína) y de Schuss.
Según dio a conocer la compañía, el proyecto se desarrolló en el centro I + D de Coca-Cola en Bélgica.
Si bien es un detalle mínimo, ya que el sistema de apertura es idéntico al de la botella estándar con una lengüeta que mantiene la tapa unida al envase al desenroscarla, a la vez que sigue dando un cierre hermético.
La innovación permite reciclar la botella junto a la tapa, evitando su pérdida y la generación de residuos.
El mercado mundial de packaging ha crecido un 6,89 por ciento entre 2013 y 2019. La mayor parte de ese avance se produjo en mercados poco desarrollados a medida que los consumidores se trasladan a centros urbanos y adoptan estilos de vida occidentalizados.
Esto impulsó la demanda de artículos envasados. A la vez, se aceleró por el crecimiento del ecommerce.