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El valor de las marcas de bebidas ha alcanzado en el mundo cifras de más de 74 mil millones de dólares, según proyecciones de Kantar y Bloomberg.
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Una proyección del “Millennial influence on global companies in the junk food industry in the United States and Spain” revela cómo es el consumo de refrescos en la actualidad, entre millennials.
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La acción que recordamos en esta nota ocurrió en 2006, cuando un empleado de Coca-Cola intentó traicionar a la compañía, vendiendo su receta secreta.
Mientras que marcas antagónicas como Adidas o Nike se enfrentan en juicios acusándose de conflictos sobre patentes, Pepsi ha ayudado a su rival comercial, Coca-Cola, alertándola de la venta de su receta secreta, en un caso que hoy recordamos y que en su momento involucró la intervención del FBI.
Saber la receta secreta del éxito de Coca-Cola pudo ayudar a Pepsi a “quitar el gas” a los 74 mil 785 millones de dólares que Kantar y Bloomberg estiman, es el valor de marca de Coca-Cola, una de las marcas de refrescos con mayor polémica por la historia que hay detrás de su famosa fórmula de cola.
En el estimado lanzado por Kantar y Forbes, la proyección advierte un listado de cuánto valen otras marcas del sector y en medio de esa proyección se comprueba lo valioso que es la capacidad de las compañías de gaseosas y otros productos con estimulantes como energéticos o café, de escalar en el mercado. Como anotamos, Coca-Cola está a la cabeza, seguida de Red Bull, una bebida energética que ha consolidado su nombre gracias a una vigoroza estrategia de contenidos que le han dado el valor de casi 15 mil millones de dólares.
A estas firmas le sigue Yili con 14 mil 556 millones de dólares; Pepsi, con un valor de 13 mil 700 mdd y Diet Coke con 12 mil 819 mdd.
Nespresso, una marca de café encapsulado alcanzó un valor de marca de 10 mil 369 mdd y Lipton con 9 mil 855 mdd; Nescafé aparece con un valor de 9 mil 108 mdd.
Frente a estas proyecciones, lo que termina pesando a favor de una marca es la capacidad de compra con que se ha consolidado en el mercado, en especial cuando esta firma cuenta con un producto de valor.
La historia que recordamos de una empleada de Coca-Cola tratando de vender su receta secreta a Pepsi ya nos hizo repasar el valor de marca de las grandes marcas que como Coca-Cola, cuentan con uno de los catálogos de productos más bastos en el mercado, entre los que se incluyen agua embotellada como la mineral, en que Topo Chico se convirtió su adquisición más popular.
Tener en mano la bebida de coca líder en ventas y uno de los catálogos más amplios de aguas embotelladas como Ciel y Topo Chico, le permite a Coca-Cola tener un valor de marca único, sobre todo ante estudios como el “Millennial influence on global companies in the junk food industry in the United States and Spain”, donde se sustentó que el consumo de refresco estaba siendo sustituido entre la generación millennial por agua embotellada.
Dentro de este estudio, las cifras que ayudaron a comprobarlo fueron de la “International Bottled Water Association”, donde se aseguró que el consumo de agua mineral se incrementó entre 20 y 30 por ciento, mientras que el agua purificada solo incrementó un 10 por ciento.
Estas cifras son posibles de contar con una Coca-Cola como líder en el mercado, gracias a la decisión que Pepsi tomó en 2006.
La receta secreta de Coca-Cola expuesta
2006 es convirtió en un año histórico para la industria de bebidas y en esa ocasión, la famosa marca de refrescos Coca-Cola junto a Pepsi, protagonizaron un episodio corporativo digno de una serie en Netflix o película acostumbrada a contar estas anécdotas empresariales.
La trama que podrían contar inspiradas en estos hechos es simple: Pepsi recibió la oferta de hacerse de la receta secreta de Coca-Cola por un costo de 1.5 millones de dólares, solo que la empresa dueña de bebidas como Mirinda en México, alertó de la oferta a Coca-Cola, que incluso había llegado en un membrete de la compañía.
Coca-Cola acudió al FBI que montó una operación encubierta que probó la venta de la bebida secreta que la compañía de Atlanta tenía y que a decir de los empleados que traicionaron la confidencialidad de la empresa, nadie había visto, por lo que era una fórmula segura en ventas.
Finalmente, Joya Williams, Ibrahim Dimson y Edmund Duhaney terminaron detenidos.
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