Durante marzo de 2013, Coca Cola Co. se dispuso a romper las barreras y crear un simple momento de conexión entre dos naciones, India y Pakistán, que desde hace 60 años viven relaciones de tensión.
La iniciativa denominada Máquina del mundo pequeño (Small World Machine) proporciona un portal de comunicación en vivo entre las personas de ambos países asiáticos.
En el testimonial, uno de los entrevistados (sin saber si es hindú o pakistaní) dice: “siempre nos han dicho que ellos son los malos, pero cuando les conoces, te das cuenta que son gente como tú”. Este ejercicio emprendido por la empresa de bebidas, demuestra que aquello que une a la gente es más fuerte que las cosas que los diferencian.
Por otro lado, pone de manifiesto la importancia que las empresas desean tener en el desarrollo de las sociedades, mediante pequeñas acciones que pueden sembrar eventos, pensamientos y emociones positivas.
La clave para relacionarse con los demás a través de las máquinas era simple: la gente de la India y Pakistán podrían completar una tarea, como las manos de tocar, dibujar la paz, el amor, y los símbolos felicidad, incluso bailar… juntos, y entonces la máquina les entregaba una lata de la soda.
La activación fue elaborada por Leo Burnett Chicago y Sidney, y la tecnología desarrollada por The Super Group y en producción Highlight Films.