Ya no es un secreto a voces que el centro del mundo del consumo es el cliente y la experiencia que el cliente tiene con la marca. Es una realidad y lógica elemental. Murió el rey anterior que era el producto. En el pasado, nos entrometían productos que no necesitábamos, sin conocer nuestras necesidades, sin conocernos, sin conversar ni dialogar con nosotros. Así, casi casi como una especia de manipulación o violación.
De aquí que surgieron muchos enemigos de la mercadotecnia, muchos “pseudo opinadores” que atacaban a la mercadotecnia y la tachaban de teledirigida, sin saber que el poder real siempre lo tendrá el cliente.
Nos insultaron y nos acusaron de manipuladores. Sin saber que el servicio al cliente está mucho más cerca de la mercadotecnia que de la operación de cualquier empresa o marca.
Dentro de toda esta reconstrucción de las nuevas tácticas de la mercadotecnia fue necesario regresar al origen de las cosas, a las relaciones tribales de cómo en el inicio se relacionaban los humanos. Por esto es que soy un apasionado de las tribus urbanas, de las sub culturas y los segmentos orgánicos. Porque sólo así llegaremos a sintonizar el agudo llamado de la tribu y es a este grito al que todos, tarde o temprano responderemos. Es inevitable e imparable por ser parte de nuestra naturaleza. Y no se trata de esnobismo, tendencia o moda. El llamado de la tribu es tan real que marcas como Coca-Cola para sobrevivir lo están escuchando. Las marcas que no escuchen el llamado de la tribu, tarde o temprano, morirán en el completo abandono de la tribal.
¿Por qué Coca-Cola Life es una extensión de merca Hipster?
- Porque tiene toques e ingredientes orgánicos.
- El verde que usan remite a lo “Vintage” que es una especie de droga hipster.
- Es retro y no masiva.
- Los hipsters son la tribu urbana dominante y más mediatizada en el mundo, por ello son aspiracionales.
- Coca-Cola tenía que comenzar a hablar con las tribus tarde o temprano.