De la misma manera que sucede con el resto de las marcas a lo largo y ancho del mundo, Coca-Cola atraviesa por un momento de reestructuración en donde abandonar algunos negocios y abrazar nuevos es la norma.
En meses pasados, Coca-Cola presentó su reporte financiero correspondiente al tercer trimestre de 2020, en el que además de registrar una ligera recuperación gracias a la reapertura de restaurantes y cines, dio a conocer el avance de sus iniciativas estratégicas para optimizar el retorno de crecimiento de su negocio.
El plan de Coca-Cola
En principio es justo reconocer que, en cifras comparables al tercer trimestre del año anterior, la compañía reportó una inversión 30 por ciento menor en el terreno de la mercadotecnia, misma que en meses recientes se ha ido recuperando luego de una suspensión total de estos esfuerzos registrada con el inicio de la pandemia.
Lo que el plan de Coca-Cola propone es una estrategia de mercadotecnia más concentrada, en el que además de reducir su propuesta comercial en 50 por ciento para quedarse con apenas 200 productos, supone que las audiencias estarán expuestas a estrategias de marketing y publicidad enfocadas a pocas marcas.
A la par de este movimiento, la marca ha impulsado una fuerte estrategia para reducir su huella en el medio ambiente misma que ahora mismo parece haber encontrado una forma de generar negocio.
Del refresco a las bolsas
Y es que la gran refresquera ha incursionado en la industria de los accesorios de la mano de la empresa belga Kipling, con una nueva línea que incluye bolsos, carteras, riñoneras y mochilas.
El gran plus de esta línea es que cada uno de estos productos han sido confeccionados con botellas PET recicladas.
Desde Kliping han mencionado que a razón de la presentación de esta colección que “Somos responsables del impacto que nuestros productos tienen sobre el planeta. Estamos comprometidos a mejorar para conseguir reducir nuestra huella medioambiental, bolso a bolso”.
De esta manera, todos los productos de esta colección saldrán a la venta el próximo 20 de enero, y el uso de materias primas recicladas supone la reutilización de cerca de 272 mil 129 botellas PET.
Un nuevo lazo con el consumidor
Históricamente, Coca-Cola ha logrado ser una de las marcas que mejor entiende al consumidor. Sus acciones parecen estar siempre en línea con las expectativas de sus clientes y con este nuevo movimiento, la firma podría estar reforzando un punto que desde hace varios años le ha traído dolores de cabeza.
Y es que en teoría este tipo de acciones son bien recibidas por los consumidores, quienes se presentan como individuos cada vez más preocupados por el medio bambonee y que entienden sus prácticas de consumo como una manera de contribuir al cuidado del mismo.
Al respecto, un estudio internacional de GFK, el 76 por ciento de los consumidores espera que las marcas tengan cierto compromiso ecológico, mientras que el 28 por ciento afirma que las marcas tienen la obligación moral de ser responsables y sostenibles con el medio ambiente.
Adicional la marca se está entrando a un sector que promete ser el futuro de los negocios. EL uso de materiales reciclados para la fabricación de productos es para muchos un asunto que en años siguientes será especialmente rentable. De esta manera, Coca-Cola gana por partida triple.