- Las botellas reutilizables de Coca-Cola en Argentina tienen problemas con etiquetas que se despegan.
- Afecta la experiencia del consumidor y la imagen de la marca.
- Ejemplos como Tropicana y Estée Lauder muestran cómo errores en el packaging pueden dañar reputación y ventas.
En Argentina, las botellas reutilizables o retornables de Coca-Cola están siendo objeto de críticas debido a un inesperado problema: las etiquetas que contienen el logo y las especificaciones del producto se despegan con facilidad.
Este inconveniente no solo afecta la estética de los envases de 2 litros y 2,5 litros retornables, sino que también pone en riesgo la experiencia del consumidor, uno de los pilares de la marca.
La situación está generando comentarios en redes sociales, donde los usuarios comparten fotos y videos de botellas con etiquetas dañadas o literalmente desaparecidas, provocando un debate sobre la importancia del packaging en la percepción de una marca.
Coca-Cola, el packaging y la voz del consumidor en redes sociales
El fenómeno no tardó en expandirse en plataformas como Twitter, Instagram y TikTok, donde los usuarios expresan su descontento. Algunos señalan que las botellas con etiquetas desprendidas generan dudas sobre la autenticidad del producto, mientras que otros destacan la incomodidad de adquirir un envase que luce descuidado.
Este tipo de críticas, amplificadas por el alcance de las redes sociales, puede transformarse en un dolor de cabeza para una empresa, especialmente cuando afecta un elemento tan simbólico como el packaging de Coca-Cola.
El packaging no es solo un recipiente; es un canal de comunicación que transmite los valores de una marca y refuerza su identidad. En el caso de Coca-Cola, la botella reutilizable es un ícono que simboliza sostenibilidad y confianza.
Sin embargo, problemas como este pueden diluir esa narrativa y abrir paso a cuestionamientos sobre los estándares de calidad de la compañía.
Consecuencias de descuidar el packaging
El impacto de un error en el diseño o la funcionalidad del packaging no se limita al corto plazo. Las marcas que no priorizan la calidad de sus envases corren el riesgo de enfrentar daños a largo plazo en su reputación y sus ventas.
En 2011, por ejemplo, Tropicana, una marca de jugos perteneciente a PepsiCo, rediseñó sus envases para el mercado estadounidense. Aunque el objetivo era modernizar la imagen, los consumidores percibieron el cambio como una pérdida de identidad.
La nueva presentación eliminó elementos icónicos como la imagen de una naranja con un popote, lo que generó confusión en los puntos de venta.
Como resultado, las ventas cayeron un 20% en solo dos meses, obligando a la empresa a regresar al diseño anterior.
Otro caso ocurrió en la industria de cosméticos, cuando Estée Lauder lanzó una línea de productos con envases que, aunque visualmente atractivos, resultaron poco funcionales. Las tapas se rompían con facilidad, lo que desanimó a los consumidores a repetir la compra.
Este problema afectó la percepción de calidad de la marca y provocó un descenso en su participación de mercado durante varios trimestres.
Errores que se deben corregir
En mercados emergentes, donde el consumo de productos en envases reutilizables está en aumento, los problemas relacionados con la calidad pueden tener un efecto multiplicador. Los consumidores, especialmente aquellos que valoran la relación entre precio y calidad, tienden a migrar hacia otras marcas que ofrezcan soluciones más confiables.
Además, en una era donde las plataformas digitales permiten a los usuarios compartir sus experiencias de manera inmediata, el margen de error se reduce considerablemente.
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