Donald Trump es oficialmente el presidente 45 de Estados Unidos y su llegada a la Casa Blanca supone expectativas altas para ciertos sectores sociales, empresariales e industriales del país; sin embargo, los medios de comunicación también están involucrados y en particular CNN tendrá una participación notable en los próximos años.
Cable News Network, mejor conocida como CNN, es una de las empresas noticiosas con mayor trascendencia local y mundial, fue fundada por Ted Turner en 1980, y es parte del consorcio de comunicaciones Time Warner.
Desde que el empresario neoyorquino manifestara sus aspiraciones presidenciales, los reflectores estuvieron dirigidos a las declaraciones y comentarios negativos que Trump hacía en sus mítines, o las desacreditaciones que hacía a los contendientes por la candidatura demócrata, Bernie Sanders y Hillary Clinton.
En julio, Trump habría hecho sus primeros ataques contra la empresa de noticias, cuando fiel a su estilo, pronunció en su cuenta de Twitter “no ver CNN”, ya que ”sólo están de un lado y contra él”.
The @CNN panels are so one sided, almost all against Trump. @FoxNews is so much better and the ratings are much higher. Don’t watch CNN!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de julio de 2016
Para ese momento ya lo había hecho con Univisión, con The Washington Post y con periodistas que dieron cobertura a sus actividades como candidato. El magnate ordenó prohibir a The Washington Post acceder a sus actos de campaña y en una conferencia sacó al periodista Jorge Ramos.
Pero uno de sus enfrentamientos más recientes fue el 11 de enero cuando en la primer conferencia de prensa de el presidente de Estados Unidos dio desde su triunfo en las urnas ignoró al reportero Jim Acosta durante la sesión de preguntas y respuestas.
“Tú no, tú no. Tu medio es terrible. Cállate, cállate. No seas maleducado. No te voy a dar el turno de pregunta. Ustedes (divulgan) noticias falsas”, enfatizó Trump ante los reiterados intentos del reportero de hacerle una pregunta.
Acosta intentaba preguntarle al magnate si podía negar categóricamente que ningún miembro de su campaña se había reunido con representantes del gobierno ruso antes de las elecciones del 8 de noviembre, una cuestión que finalmente le hizo otra periodista y que Trump evitó contestar con claridad.
Donald Trump silenció las preguntas de CNN por hacer eco de un informe elaborado por un exespía británico, publicado por el sitio Buzzfeed, en el que detallaba supuestos contactos del equipo de transición con el Kremlin, el espionaje de Rusia al empresario y la posibilidad de que la información sea utilizada para chantajearle durante su presidencia.
Ante esta situación, el equipo de prensa del presidente estadounidense ha señalado que podrían cancelar la acreditación de CNN a las conferencias de prensa. Algo que no altera al medio, ya que también tiene alianzas con agencias como Reuters, AFP o EFE, sólo por mencionar algunas.
¿Ha tenido repercusiones?
Durante las elecciones, poco más de 60 millones de estadounidenses votaron por Donald Trump, números que señalan un sector que mira la televisión y que también decide si ver o no los contenidos de CNN.
El país tiene cerca de 318 millones de habitantes y de acuerdo con cifras del censo de 2012, cerca del 97 por ciento tienen televisor. Números que segmento un 54 por ciento señaló, en 2016, que mira más televisión por internet (streaming), mientras que el 46 por ciento lo hace en el formato tradicional.
En una encuesta realizada por Morning Consulting indicó que un 34 por ciento de los usuarios de televisión creen que el contenido transmitido por la cadena de Time Warner es “poco creíble”, mientras que un 26 por ciento señaló que es “muy creíble”, números que señalan a un público que ha generado un criterio, respecto a los acontecimientos recientes.
Al mirar estos cálculos podemos decir que poco más de 30 millones de estadounidenses acreditan lo que la cadena de televisión transmite, pero 50 millones más se reservan el creer del todo sus contenidos informativos.
Los negocios
A finales del año pasado, la firma de telecomunicaciones AT&T anunció la compra de Time Warner por 85 mil millones de dólares, la fusión es una de las más importantes a nivel mundial por el peso que ambas empresas tienen en las telecomunicaciones.
El negocio incluye a los millones de suscriptores de internet y de televisión de AT&T y los productos de televisión de Time Warner como: la cadena CNN, el canal de entretenimiento TNT, el canal HBO y los estudios de producción de cine y televisión de Warner Bros.
Donald Trump ya ha dicho que él bloquearía la operación, ya que cree que la compra de Time Warner concentrará demasiado poder en una sola organización.
“AT&T, el monopolio telefónico original y abusivo, está tratando ahora de adquirir Time Warner y, por lo tanto, a la desenfrenadamente anti-Trump CNN. Donald Trump nunca aprobaría una operación semejante porque concentraría demasiado poder en manos de unos muy pocos y poderosos”, dijo en un comunicado el asesor económico de Trump Peter Navarro.
El 12 de enero, Randall Stephenson, CEO de la firma de telecomunicaciones, se reunió con Donald Trump en Nueva York. Los accionistas de Time Warner se reunirán el 15 de febrero para decidir si aprueban o no el acuerdo.
AT&T ve la oportunidad con Time Warner
La cadena de noticias, propiedad de Time Warner, registra un 41 por ciento de alcance en los estadounidenses, de acuerdo con datos de Rentrak, y esos números para Stephenson son “un gran negocio” y una de las marcas clave que pueden ayudar a la transición de AT&T.
“CNN es único”, dijo Stephenson en una entrevista con Bloomberg Televisión en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.”Tienen una gran cantidad de contenido con Time Warner que creemos que puede ser innovador y utilizado para cambiar el modelo de negocio en el negocio de los medios de entretenimiento”, agregó.
De acuerdo con Bloomberg, las opciones de Trump como presidente para bloquear la fusión se limitan, sobre todo si AT&T puede sustraerse al control de la Comisión Federal de Comunicaciones por no adquirir las licencias inalámbricas que Time Warner posee.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos podría demandar para detener la transacción, pero tendría que convencer a los tribunales de que el acuerdo podría poner en peligro la competencia. Eso podría ser difícil porque AT&T no compraría a un competidor directo y expandría su modelo de negocios.