Por fin te decidiste a emprender y seguramente tienes muchas dudas e incertidumbre, posiblemente te preguntas: ¿Cuál es el primer paso a seguir? ¿De qué manera puedo fortalecer mi liderazgo? ¿Qué tengo qué hacer para crecer y tener unas finanzas sanas en mi negocio?

De acuerdo con información que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las pequeñas y medianas empresas representan el 94% de los negocios de México; sin embargo, el 70% de los proyectos no prosperan.

Para estas estadísticas, las variables van desde no tener una estrategia empresarial, falta de capital para invertir, no tener los conocimientos base para hacer que la operación genere rendimientos, entre muchas otras circunstancias.

No necesitas ser un experto para emprender, pero sí necesitas tener fundamentos para identificar la situación en la que se encuentra tu empresa, tener claridad en tus objetivos y tener un plan de trabajo para llevar a cabo.

¿Cómo empezar?

1. Busca asesoría financiera

Tener las bases de finanzas no sólo te servirá para dirigir a tu empresa, sino también te ayudarán de manera personal. Unas finanzas sanas reflejan la organización y control que posees, causando un impacto positivo en tu imagen y la de tu negocio.

No necesitas contratar una consultoría de alto prestigio para poder asesorarte, acércate con tu banquero o con algún familiar o amigo que pueda ayudarte a tener mayor perspectiva. Es mejor pedir ayuda con antelación y no cuando sientas que la situación se salió de tu control.

2. Abre una cuenta de inversión

Si ya realizaste el primer paso, debes considerar que ante cualquier eventualidad tú y tu negocio deben de estar cubiertos y tener un fondo de emergencia de mínimo 3 meses de gastos por cualquier eventualidad, por ejemplo, como lo fue la pandemia.

Las cuentas de inversión para personas físicas con actividad empresarial generan rendimientos y beneficios financieros, estos son útiles para la administración del dinero de tu empresa en donde podrás realizar operaciones de forma segura.

3. No tengas miedo a pedir un financiamiento

A diferencia del concepto y percepción que se puede tener sobre “pedir prestado”, no significa que no te alcance, al contrario, si tu empresa se encuentra en desarrollo significa que tendrás en el mediano y largo plazo crecimientos importantes.

Por lo que el crédito puedes utilizarlo para contratar cursos de capacitación para tus empleados, invertir en publicidad y mercadotecnia, en tu imagen y desarrollo personal, etcétera. Recuerda que como líder es importante mantenerte actualizado y proyectar una imagen de seguridad y confianza.

4. Ten una estrategia de imagen profesional

Si bien es importante el aspecto financiero, lo que proyectas y la imagen que das como líder también debe formar parte de tus primeras estrategias. Pon atención a tu vestimenta, que vaya acorde a tus objetivos y tu forma de ser; ten una comunicación efectiva, pues te abrirá muchas puertas ahora que estás comenzando.

Y, finalmente, toma en cuenta cómo vas a manejar la imagen empresarial, es decir, los colores que serán parte de tu compañía, tu logo e identidad corporativa, cuáles serán las redes sociales donde te darás a conocer y cuáles son los mensajes que deseas posicionar en ellas.

No olvides que la mejor inversión que puedes hacer es en ti mismo y en tu branding personal, pues tú eres el pilar de tu empresa y como líder debes de mostrar seguridad, confianza y profesionalismo, además de buscar el crecimiento exponencial para ti y para tu equipo. ¡Atrévete!