Por Pamela Luna
Para predecir el futuro no se necesitan fórmulas mágicas o poderes sobrenaturales. Sólo hace falta tener el conocimiento y saber cómo utilizar las herramientas de investigación.
En la celebración de su quince aniversario y con el tema El poder de anticipar el futuro, se realizó el Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública (AMAI), que contó con la participación de múltiples expertos nacionales e internacionales. Los que ya tienen muchos años en la industria se enfocaron en mencionar las tecnologías y disciplinas —como la nanotecnología, biotecnología o mecatrónica— que facilitarán la vida de las personas, e hicieron énfasis en las maravillas que pronto podrán verse (algunas de las cuales ya son una realidad). Mientras que los de nuevas generaciones se enfocaron en casos concretos para la mercadotecnia en los cuales se puede aplicar la investigación de mercados y ofrecieron una perspectiva más amplia acerca de los métodos para recopilar información.
Que trabaje la ardilla
Durante la primer conferencia magistral del evento, David Nichols de The BrandGym, expuso que una de las partes más importantes para que una marca sobresalga, ahora y en el futuro, es la innovación. Así, Nichols explica que el primer paso es deshacerse de los que llamó analógicamente, “embudos”, en los que se introducen todas las ideas innovadoras que después se quedan atoradas durante el proceso para llevarlas a cabo. Por eso, él sugiere el uso de una estrategia que parezca un cohete, es decir, un aparato pequeño, pero que a la vez sea muy poderoso. “Durante un proceso de innovación, se destina el 20 por ciento a la creación y el 80 por ciento a la evaluación.” La manera de conseguirlo es a través de seis pasos indispensables que, según Nichols, lograrán desarrollar a la marca. El primero, es plantear una finalidad clara. El segundo, darse el permiso de cambiar las reglas, pero sin afectar a la marca. Tercero, contar con un insight claro que servirá como combustible, el cual, deberá provenir de diversas fuentes, no sólo de los tradicionales focus group, si no del día a día, de la observación, la etnografía o cualquiera de las formas de investigación que funcionen para el target. En cuarto lugar se encuentra la idea en sí, que se basa en los pasos anteriores. En seguida viene su desarrollo durante un periodo de tiempo predeterminado. Por último, es importante fallar mucho, pero hacerlo rápido para que sea más barato. La red de su vida Las innovaciones de las marcas no sólo deben aparecer en los productos, sino en la forma en la que se comunican con la gente que las consume.