El día de hoy fueron dados a conocer los filmes nominados para ser acreedores a un premio Oscar, máximo reconocimiento dentro de la industria cinematográfica. La película “La forma del agua” dirigida por el mexicano Guillermo del Toro, se ubicó dentro de las cintas con mayor número de nominaciones con un total de 13 nombramientos, entre los que destacan las categoría de Mejor Directo y Mejor Película.
Es importante mencionar que en la pasada entrega de los Globos de Oro, el filme del mexicano consiguió coronarse con el premio a la Mejor Dirección, ganado la carrera a grandes figuras como Steven Spielberg.
Aunque de una forma completamente distinta, México también está representado en la lista de nominados a los premios más importantes de la Academia gracias a la película Coco, filme que con un argumento que exalta las tradiciones mexicanas de Día de Muertos, se encuentra en la contienda por el galardón al Mejor Filme Animado así como a la Mejor canción Original.
Lo logrado por ambas cintas, que de una u otra manera, exponen el potencial de México tanto en términos culturales y creativos podría ser un fuerte motor para optimizar la imagen internacional del país, más cuando vemos este tipo de participación en un evento cuya relevancia es única a nivel mundial.
Basta con reconocer los elevados costos que tiene la publicidad durante la gala de premiación. Según The New York Post, un anuncio de 30 segundos tuvo un precio de 2 millones de dólares durante 2017.
Entonces, ¿cómo podría la industria del cine impulsar el crecimiento y fortalecimiento de la marca mexicano en el extranjero?
Por su parte Coco funcionó como un buen vehículo publicitario para el turismo y la cultura nacional, el cual contó con un amplio alcance que superó la frontera con Estados Unidos. Cifras entregadas por Voz Office Moje indican que la película animada de Disney Pixar recaudó cifras históricas en taquilla tanto en territorio nacional como internacional: 56 millones de dólares en México, 152 en Estados Unidos y 155 en China, sólo por mencionar algunas.
Por otro lado, con su exitosa película, Guillermo del Toro voltea los reflectores para que el mercado extranjero reconozca a México como una fuente de buenos narradores y creativos, en donde hay muchas más cosas que contar que sólo relatos relacionados con el narco.
En este punto, cabe mencionar que además de sus nominaciones al Oscar y el galardón obtenido en los Globos de Oro, “La forma del agua” ganó un León de oro en Venecia y lidera las nominaciones el premios de cine británicos Bafta.
La industria del cine en México se mantiene en crecimiento y atraviesa por uno de sus mejores momentos en su historia. Estimaciones del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), la cantidad de películas que actualmente se producen ha superado el récord histórico. Durante 2016 se realizaron 162 largometrajes, número que el año pasado se incrementó a 170; lo anterior es superior a lo registrado durante la “Época de Oro del cine mexicano” (décadas de 1930, 1940 y 1950), años en la que fueron producidas cerca de 158 películas.
Este contexto puede ser bien aprovechado para mejorar la imagen país, más aún en los tiempos complejos que atraviesa y está por vivir el mercado mexicano.
De acuerdo con el concepto acuñado por Roberto Occhipinti en 1989, la marca país se refiere al valor intangible de la reputación e imagen de un país a través de sus productos, el turismo, la cultura, las empresas, los deportes o sus instituciones, razón por lo cual mantener en óptimos niveles en este sentido es fundamental para, entre otras cosas, mejorar las oportunidades de capitalización de los bienes, servicios e infraestructura con la cuenta un país, en donde el fin primario y final será activar la cadena de valor a favor del desarrollo económico y bienestar general de la región y sus habitantes.
En más de un sentido, la industria del cine, sus historias y los profesionales de esta industria tienen la capacidad de -desde su trinchera- agregar valor a ciertos aspectos de la construcción de la marca país. El verdadero reto será capitalizar el impulso que actuaciones como la Guillermo del Toro o el filme Coco otorgan a la marca México en el terreno internacional.