El rol de la mensajería instantánea en la vida de los usuarios de teléfonos móviles en la actualidad, no tiene discusión, sin embargo, como suele suceder tanto en la comunicación online y offline, siempre hay riesgos de seguridad sobre la información que se comparte a través de ésta.
A pesar de la ingente cantidad de información que se suele guardar en estos dispositivos y por ende compartir luego a través de los servicios de mensajería instantánea, la mayoría de los usuarios no presta demasiada atención a las medidas de seguridad que debe tomar, para evitarse un mal rato si sus datos personales llegan a ser robados o se les da un mal uso por parte de terceras personas.
Para evitar que esto suceda, la app Coga señala que estas cinco medidas son básicas para utilizar de forma segura las aplicaciones de los smartphones para comunicarse.
- Cuidado con los pantallazos: “muchas aplicaciones de mensajería instantánea permiten que los usuarios hagan pantallazos de las conversaciones. Este servicio puede provocar que la conversación termine enviándose a una o varias personas en formato imagen, con el nombre y la fotografía del usuario incluida. Sacar de contexto afirmaciones o frases y enviarlas a las personas ajenas a la conversación puede suponer un grave problema para el usuario.
- ¿Cómo es tu perfil?: Es importante saber que en las aplicaciones de mensajería instantánea más populares no se puede filtrar por contactos a quién se muestra el estado y la imagen de perfil. Si se necesita tener una foto y un estado personalizado es importante saber que todos los contactos del teléfono podrán verla, es decir, todas las personas que estén en la agenda. El/la casero/a, el/la fontanero/a que pasó por casa el otro día, el/la taxista que llamó la noche anterior…
- ¿Cuánta gente puede contactar?: Al igual que las personas que están en la agenda del usuario pueden ver su foto de perfil (en caso de no limitarla), todas las personas que tienen el número de ese usuario guardado entre sus contactos pueden escribirle, sin necesidad de que les acepte. Esto puede dar lugar a recibir mensajes inapropiados o incómodos sin consentimiento.
- ¿Quién es el receptor de los mensajes?: Al igual que en las demás formas de comunicación, es imprescindible tener cautela con la información que enviamos, además por la sensibilidad de las vías de comunicación, por la persona a que se le envía. ¿Quién tiene acceso al dispositivo?, ¿podría ser una información no adecuada para esa persona?, ¿podría generar algún tipo de malentendido?, ¿podría hacer un mal uso de la información? La seguridad en las aplicaciones es imprescindible pero el sentido común es igual o más importante.
- Toda seguridad es poca: cuando se elige una aplicación determinada para comunicarse es importante valorar las opciones que ofrece en temas de seguridad. La encriptación es básica, pero es importante recurrir a opciones que, además de cuidar la información que se envía, conserven el anonimato del usuario. De nada sirve que la información que se envía esté encriptada si la aplicación tiene acceso a toda la información del dispositivo.”