Las noticias falsas, fake news, fueron el término tendencia de este año porque Rusia las introdujo en Facebook para confundir a la opinión pública durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos, además de que en sucesos de fenómenos naturales, abundaban noticias falsas posteadas como verídicas, por lo que redes sociales se comprometieron a cuidar la información que se transmitía en sus plataformas.
El último análisis de Ofcom refiere que personas de entre 12 y 15 años fueron las principales víctimas de las fake news este año, motivo que incrementó la desconfianza en la información posteada en redes sociales, ya que solo el 32 por ciento confía en el contenido de redes sociales.
Asimismo, el 54 por ciento de los jóvenes entre 12 y 15 años ahora recurren a Facebook y Twitter para consultar noticias, es decir, son personas que aún no tienen la pericia de buscar más fuentes para leer noticias, por lo que suelen leer solo lo que ven en redes sociales, sin embargo, autoridades estadounidenses creen que en realidad es el 59 por ciento.
El estudio deja “bien parado” a los medios tradicionales como prensa, radio y televisión, pero no a redes sociales, las cuales atraviesan un alto grado de desconfianza. Concretamente, un 73 por ciento de adolescentes creen que las redes sociales “les toman el pelo” con la información que postean.
La buena noticia es que al verse timados, los adolescentes ahora tienen conciencia de que deben tener estrategias para verificar una noticia en redes sociales, ya no solo leer y tomar como verdadera una noticia en redes sociales.
De acuerdo con Time, las fake news son un problema, ya que el 86 por ciento de los niños o pre-adolescentes en algún momento han compartido una noticia falsa durante 2016. En tanto, MediaCom, el hecho de que el 66 por ciento de los nuevos usuarios de smartphones tengan entre 8 a 12 años, incrementa el riesgo de la difusión de las fake news.
La otra cara de la moneda son los adultos, quienes recurren incluso a medios extranjeros para consultar fuentes de información, debido a que las consideran “certeras”. Así lo confirmó el último análisis de IPSOS.