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En 2018, las ventas en lĆnea de Amazon acumularon ingresos por casi 130 mil millones de dĆ³lares
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De acuerdo con Bloomberg, la empresa de Jeff Bezos otorga alrededor de mil millones de dĆ³lares al aƱo en prĆ©stamos
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A pesar de sus significativo flujo de dinero, la marca solo obtiene tres mil 30 millones de dĆ³lares en ganancias
En prĆ”cticamente todos los frentes, Amazon es una de las compaƱĆas mĆ”s valiosas y poderosas del mundo. Para finales de 2018, habĆa alcanzado ingresos anuales por 232 mil 890 millones de dĆ³lares (mdd). Es decir, un crecimiento de tres mil 265 por ciento en menos de 15 aƱos. Su fundador, Jeff Bezos, es el millonario mĆ”s grande del mundo. Y la marca se ha posicionado como la mĆ”s querida por el pĆŗblico estadounidense.
Pero todos estos triunfos no la eximen de cometer graves errores. De acuerdo con Bloomberg, la compaƱĆa fue afectada por un considerable ataque cibernĆ©tico. Un grupo de hackers, a travĆ©s de tĆ©cnicas de phishing, robaron una suma indeterminada de dinero de la plataforma durante al menos seis meses. Los recursos provenĆan directamente de la cuentas de vendedores de Amazon. Y, segĆŗn la marca, pertenecĆan a sus ingresos por ventas y prĆ©stamos de negocio.
Los robos habrĆan tenido lugar entre mayo y octubre del aƱo pasado. En el incidente se podrĆan haber vulnerado las cuentas de un centenar de vendedores. Se cree que los afectados habrĆan sido engaƱados para proporcionar informaciĆ³n confidencial Ā para entrar a su cuenta. DespuĆ©s, los hackers simplemente redirigieron los fondos a sus propias identidades bancarias. Un vocero de Amazon apuntĆ³ que las investigaciones sobre el fraude ya han sido completadas.
El paraĆso fraudulento de Amazon
Desafortunadamente, la compaƱĆa de Jeff Bezos no es la Ćŗnica en haber sufrido un ataque similar. A mediados de abril, la policĆa de Singapur detectĆ³ que un grupo de cibercriminales aprobaba solicitudes de prĆ©stamos a personas que compraban en lĆnea, aĆŗn si no lo habĆan solicitado. Y hace unos dĆas, se reportĆ³ el robo de informaciĆ³n personal y bancaria de clientes en casi 200 tiendas de Estados Unidos y CanadĆ” en menos de dos semanas. AsĆ pues, el caso de Amazon no es Ćŗnico.
Sin embargo, sĆ parece recurrente para la compaƱĆa. Para mediados de abril, se habĆa detectado que varios productos relativamente desconocidos de Amazon tenĆan reseƱas abrumadoramente positivas. Entonces, se teorizĆ³ que sistemas bots eran responsables del ataque. TambiĆ©n se puso en duda la capacidad de sus sistemas automĆ”ticos compaƱĆa para detectar actividad fraudulenta. Con este nuevo episodio en la historia de la marca, estos temores vuelven a materializarse.
Parece que a Amazon lo rebasa su propio tamaƱo. Con al menos 35 Ć³rdenes por segundo para 2013, es imposible que la compaƱĆa verifique de forma manual cada proceso y transacciĆ³n. Al mismo tiempo, es notable su falta de habilidad para detectar elementos fuera de lo comĆŗn. Bezos y su equipo deben aprender a desarrollar filtros automĆ”ticos que, bloqueen cualquier actividad sospechosa Ā o bien que generen una alerta inmediata y un grupo de expertos revise la situaciĆ³n cuanto antes.