Hace apenas unas horas, el presidente de México, Andrés Manuel López (AMLO) lanzó de manera oficial su libro más reciente bajo el título “A la mitad del camino”, mismo que ya ha sido objeto de comentarios encontrados. Y es que mientras unos aplauden la publicación , otros más se han dedicado a desacreditarla y a calificarla como una estrategia de marketing político que llega en un momento inadecuado.
A decir del propio autor, este libro narra el pensamiento y las acciones que se han llevado a cabo por el gobierno en los primeros dos años y nueves meses de y turno.
La estrategia
Alrededor del título, ha girado una campaña interesante de promoción que vale la pena reconocer. Desde la concepción de este libro, las menciones alrededor del que sería el tercer libro de AMLO no se hicieron esperar en cuanta oportunidad se presentó.
En medio de esta historia, resulta importante mencionar que la conferencia matutina fue el escenario que se dio para hacer la presentación oficial del libro en donde AMLO recomendó a sus adversarios leer el nuevo material con la promesa de que “no se aburrirían”, granizando que se trata de una publicación que gustará aún cuando los lectores no estén de acuerdo con sus planteamientos.
“Miren, ya salió: ‘A la mitad del camino’. Aquí está mi pensamiento y la acción que se ha llevado a cabo por el Gobierno en dos años nueve meses, lo recomiendo. En especial lo recomiendo a nuestros adversarios para que conozcan las razones, los argumentos, de lo que estamos llevando a cabo”, comentó el mandatario.
Los medios utilizados para la difusión y el discurso de promoción claramente refuerza la línea de comunicación que AMLO ha mantenido durante toda su campaña y su sexenio, misma que luego simplemente se desgastó.
Con un fuerte impulso desde el terreno digital y un discurso centrado desde diversas aristas en “el pueblo”, el ahora presente de la República Mexicana consiguió hacerse cercano a una parte importante y crucial de la población para ganar las elecciones de 2018.
Aunque sin duda esta estrategia de comunicación fue exitosa, ahora mismo parece una ruta ya desgastada que está golpeando más que beneficiar a la imagen del presidente y su gobierno.
Por ejemplo, uno de los casos que ejemplifica la caída del discurso tiene que ver con las menciones hechas a la marca Vitacilina.
Al hablar de su informe de gobierno, el mandatario hizo referencia a algunos puntos como los cárteles que operan en territorio nacional, de los cuales se hizo mención la tarde de ayer al hablar de los logros en seguridad.
De esta manera mencionó “Lo que yo dije ayer, y seguramente les dolió, van a tener que ponerse Vitacilina, durante nuestro gobierno no se han creado nuevos carteles. Nosotros heredamos estos grupos. Nuestros adversarios que son con nosotros muy exigentes, eran muy serviles con los otros gobiernos”.
Más allá del fondo del discurso, para muchos usuarios de redes sociales el lenguaje coloquial expresado por AMLO deja mucho que desear en términos de imagen e investidura presidencial, lo que se ha traducido en una falta de credibilidad y desacreditación de la imagen del presidente.
El libro llega en medio de la polémica
En este contexto es en el que llega el mencionado libro el cual, como era de esperarse, ha sido utilizado por algunos opositores del presidente para generar toda clase de burlas y arremeter contra la imagen del mandatario.
Tal es el caso de Chumel Torres, quien hace algunas horas publicó desde sus redes sociales publicó la imagen de una portada alternativa al libro de AMLO acompañada con el mensaje “aquí disfrutando de una buena lectura”.
Como queda claro esta es una burla, misma que aunque fue critica por muchos desató una serie de réplicas firmadas por los propios usuarios de Twitter, quienes utilizaron este formato para hacer evidente su malestar hacia el gobierno.
Apenas y para el boiler pic.twitter.com/Sjhhlf691x
— DrON Alejo (@ElMasterIronik) August 31, 2021
Yo tengo otros datos… pic.twitter.com/zml48PdNkS
— Princesa Fifiona (@PFifiona) August 31, 2021
Esta es la portada real !!@vampipe pic.twitter.com/l7tiLeF8K0
— OrLiX (@orlando_hdez) August 31, 2021
Credibilidad a largo plazo
Más allá de apoyar o no este tipo de ejecuciones, lo cierto es que lo que está en juego es la credibilidad y la eficacia de la imagen del presidente. Esto tiene mayor peso cuando consideramos la batalla por la relevancia que ahora mismo juega el músculo de comunicación y posicionamiento de AMLO.
Si bien la aprobación del presidente se mantiene a niveles aceptables, es justo decir que este indicador ha disminuido de manera importante al paso de los meses.
Si entendemos al gobierno como una marca es un tema que trasciende a una cuestión de imagen. Lo que está en el centro es el poco cuidado en la tarea de acreditar una marca que si bien cuenta con muchas credenciales frente a la mayoría de la población, también a visto caídas importantes en sus índices de aprobación y que se han prestado para este tipo de burlas y expresiones de poco respeto.
Detalles de esta índole es lo que hacen, en principio, ganar o perder credibilidad en el discurso y, en un segundo momento, mejorar los índices de confianza que en el terreno del marketing político es un indicador de suma importancia que siempre debe mantenerse a la alza.
El tema es particularmente importante si consideremos que, de acuerdo con el Barómetro de Confianza 2019 firmado por Edelman, el gobierno es la figura en la que menos confían los mexicanos (34 por ciento). Entidades como las empresas (71 por ciento), las ONG’s (72 por ciento), y los empleadores (82 por ciento) se llevan el crédito entre los cuidadnos en términos credibilidad sobre las vías para solucionar los problemas que aquejan a la sociedad.