El nuevo despegue de China como potencia económica tiene varios puntos de apoyo, de acuerdo con lo que ha reconocido el propio líder Xi Jinping.
Una de las bases más fuertes se espera que sea un nuevo resurgir del consumo interno, como un nuevo foco del crecimiento que se dio a comienzos de siglo.
En este sentido, será clave la renovada estrategia en materia de natalidad: permitir hasta tres hijos por pareja con la idea de impedir que la tasa de natalidad caiga y genere estancamiento, como sucede en Japón y en muchos países de Europa.
Poco a poco, China ha estado reformando gradualmente su estricta política de natalidad. Durante décadas, limitó a la mayoría de las familias a tener un solo hijo. No fue hasta 2016 cuando permitió hasta dos.
Ahora, con la idea de evitar el envejecimiento de la población, se permitirán hasta tres hijos en la mayoría de las familias.
Cambios en China
La novedad fue publicada este lunes 31 de mayo por la agencia de noticias estatal Xinhua.
“El permiso para que cada pareja tenga tres hijos, junto con la implementación de políticas de apoyo relacionadas con esa posibilidad, ayudará a mejorar la estructura de la población”, informó la agencia, citando una reunión del gobierno chino.
Si bien no está claro cuándo entrará en vigencia la medida, trascendió que el objetivo de Xi es que se aplique en los “próximos cinco años”, periodo en el que el gobierno espera activar una serie de reformas que ayuden a sostener un nuevo resurgimiento de la economía.
La decisión llega cuando el último censo mostró una fuerte caída en las tasas de natalidad, incluso cuando luego de varias décadas, se permitió que las parejas tuvieran dos hijos cada una. El cambio, entienden, no logró revertir un decrecimiento sostenido de los nacimientos.
El problema para la mayoría de las familias es el alto costo de criar hijos en las ciudades más grandes. Eso fue lo que ha disuadido a muchas parejas chinas.
¿La solución para China?
Es por eso que la posibilidad de tener hasta tres hijos llegará de la mano de medidas de apoyo económico”, publica Xinhua.
Entre los argumentos, la agencia cita el objetivo de “mejorar la estructura de la población del país”, “cumplir con la estrategia de hacer frente al envejecimiento de la población” y “mantener como una ventaja la fuerte dotación de recursos humanos”.
Un economista del banco alemán Commerzbank le dijo a Reuters que es escéptico en cuanto a la medida, porque si los chinos no quisieron tener dos hijos desde 2016, porque querrían tener tres ahora.
“Esa política no fue eficaz, por qué lo sería esta otra”, se preguntó el especialista advirtiendo que el problema es que “los costos de vida en la China urbana son demasiado altos y las presiones muy grandes para las familias”.
Parte de la presión que tienen los chinos viene de las políticas de hijo único.
Millones de chinos a los que ahora se les permitirá tener tres hijos, son hijos únicos, lo que significa que deben hacerse cargo solos de sus padres, muchos con edad muy avanzada.
Es, sumado a los problema de un mercado laboral en reducción y al costo de vida cada vez más alto, es una ecuación que a la clase media no les cierra.
Es por eso que cada vez más chinos aceptan trabajar más horas por menores salarios.
El último censo publicado en China es de mayo de este año y dice que alrededor de 12 millones de bebés nacieron en 2020, una caída fuerte desde los 18 millones que habían nacido en 2016.
Es el número más bajo de nacimientos registrado desde la década de 1960.
