El Bitcoin se ha posicionado como una de las inversiones más rentables de los últimos tiempos, el incremento en el valor de su moneda y el furor alrededor de la criptomoneda así lo demuestra; desde gobiernos que apostarán por sustentan sus recursos y patrimonios en el dinero digital, hasta naciones que buscan por todos los medios posibles erradicar o limitar su uso.
A inicios de 2017, China era uno de los principales mercados para el dinero virtual, sin embargo, con el paso de los días las autoridades argumentaron que este tipo de recurso puede ser utilizado para lavar dinero así como para evadir impuestos; aunado a una elevada especulación, se decidió limitar su uso, al menos en las grandes operaciones.
De acuerdo con diversos reportes de prensa, las autoridades del país asiático buscan limitar el acceso de sus ciudadanos a plataformas nacionales e internacionales que permitan el comercio centralizado; de igual forma, se pondrá mayor atención a personas y compañías que brinden servicios de creación de mercados, liquidación y compensación para la negociación centralizada.
En contraparte, las pequeñas transacciones entre particulares no son centro de las nuevas disposiciones. El Bitcoin, que inició el año pasado por debajo de los mil dólares por unidad, se comercializa este inicio de semana en un promedio de 14 mil dólares; en su mejor momento llegó a rozar los 20 mil billetes verdes por pieza, sin embargo, un descalabro del 20 por ciento en un sólo día lo llevó a la cotización actual.
Además de China, otros países buscan fortalecer sus mecanismos para controlar y limitar el uso de las monedas virtuales, uno de ellos es Corea del Sur; el tercer mercado más importante por debajo de Estados Unidos y Japón, quiere frenar la tendencia, según Reuters, prepara una iniciativa de ley para prohibir el comercio de las criptomonedas a través de intercambios.
A esta preocupación, derivada de la falta de regulación de estados y reguladores, se suman Islandia; Bangladesh; Bolivia; India; Rusia; Vietnam; Ecuador y Tailandia. De igual modo, Suecia limitó el uso del Bitcoin para la compraventa de chatarra y algunos productos de desecho.