La exploración espacial ha vuelto de manera contundente en el siglo XXI y su futuro en la economía global luce tan prometedor que marcas del tamaño de Space X -liderada por Elon Musk, dueño de Tesla Motors-, Blue Origin -creada por Jeff Bezos, CEO de Amazon- y dependencias gubernamentales como la NASA y la ESA (European Space Agency) están dirigiendo todos sus esfuerzo y presupuestos a un sólo objetivo: llevar de nuevo al hombre a la luna. Y el día de hoy se ha sumado otro poderoso jugador a este tablero: China, una de las economías más poderosas del mundo.
El gobierno chino ha anunciado su plan de llevar a la luna a los primeros astronautas de la poderosa nación asiática en 2030. Para lograr dicho objetivo su proyecto contempla la construcción de una ambiciosa nave espacial que superaría en todos los aspectos al Falcon 9 de Space, al New Glenn de Blue Origin y al SLS de la NASA. Considerando que en la actualidad China es una potencia en materia de exploración espacial -junto con Estados Unidos, son el país que más cohetes lanzan al espacio con un promedio de 19 misiones anuales- todo esto luce sumamente probable.
Zhang Bainan, ingeniero en jefe del proyecto auspiciado por el gobierno chino, asegura que la nave está siendo inspirada en el cohete Orion desarrollado por la NASA y la ESA. De igual manera, la poderosa nación asiática asegura que en el lapso de los próximos 4 años lanzará una sonda espacial y un rover para explorar la superficie lunar y recopilar la información necesaria para cumplir su proyecto.
Sin embargo, 2030 parece muy lejano si se toma en cuenta que Space X -a pesar de sus fallas en materia de seguridad- tiene presupuestado llevar a los primeros turistas a la luna en 2018 y Blue Origin tiene proyectado lograr el mismo objetivo para el 2020.
Pero todo parece indicar que la misión china tiene más en común con los objetivos de la NASA que con la carrera de carácter mercantil que están disputando Space X y Blue Origin. Hace unos días el gobierno estadounidense solicitó de manera formal a la NASA que dirigieran todos sus esfuerzos a llevar una misión tripulada a Marte en el 2030 y al aterrizaje de una sonda espacial en Europa, la luna de Jupiter.
¿Qué busca el gobierno estadounidense con esta petición histórica? Buscar la colonización del espacio como una medida necesaria ante el caótico panorama por el cual está pasando el planeta tierra ahora mismo. Y al parecer, China ha entendido esto a la perfección y planea poner manos a la obra.