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China liberó a la carne de cerdo y la soya estadounidenses de aranceles
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Es una muestra de buena voluntad a días de la entrada en vigencia de más tarifas de Trump
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Pero también una necesidad: por la peste porcina perdió al menos 100 millones de animales
En julio de 2018, el gobierno de China impuso aranceles del 25% tanto a la soya como a la carne de cerdo estadounidense.
Era el comienzo de la “guerra comercial” y lo hizo respuesta a los aranceles impuestos por Washington cuando acusó a China de robar tecnología y obligar a transferir la propiedad intelectual estadounidense a las empresas de ese país.
Para los libros de historia o los “wikipedias” del futuro, esos meses serán recordados como el inicio de la disputa entre las dos mayores potencias comerciales del mundo, con Donald Trump, de un lado; y Xi Jinping, del otro.
Lo cierto es que ahora, casi un año y medio después, China anuncia que dejará sin efecto esos aranceles para algunas importaciones de soya y de carne de cerdo que llega desde los Estados Unidos, abriendo la puerta a un sendero de negociaciones menos tensas.
Las exenciones arancelarias se basan, según el medio chino SCMP, “en solicitudes de firmas individuales” y “no están por ahora especificadas las cantidades involucradas”.
No es un dato menor y muestra que China está tratando de negociar con Trump antes del 15 de diciembre, cuando comiencen a regir nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos para más productos llegados desde el gigante asiático.
En efecto, ese día Washington comenzará a cobrar un 15% a nuevos bienes chinos no alcanzados hasta ahora por valor de US$ 160.000 millones.
Y hay algo más: el cerdo
No es casual que China libere al cerdo de las tarifas porque el país está atravesando una dura crisis por la escasez de la carne más consumida por sus millones de habitantes.
Un brote de peste porcina africana devastó una enorme cantidad de ganado, elevando significativamente el precio de venta.
China es el mayor productor de carne de cerdo (54 millones de toneladas métricas anuales), seguida por la Unión Europea (24 milones) y Estados Unidos (12 millones). El resto de los países está muy lejos de poder cubrir las necesidades de la población china.
En el mercado minorista, algunas ciudades comenzaron a limitar las cantidades de carne de cerdo que se pueden comprar.
En paralelo, gobiernos locales empezaron a ofrecer subsidios para los granjeros, que no quieren criar cerdos por temor a perder los animales.
Rabobank estima que la producción de carne de cerdo de China podría caer un 25% este año, lo que significa que el país necesitaría importar hasta 1,5 millones de toneladas. Eso es más del 10% de toda la producción de EE.UU.
Se calcula que China enfrentará en 2019 una escasez de carne de cerdo de alrededor de 10,8 millones de toneladas, por lo que sus reservas congeladas no serán suficiente para compensarlo.
¿Reservas congeladas? Así es, China tiene reservas estratégicas de carne de cerdo, medida que forma parte de una serie de normas que se establecieron en la década de 1970 para hacer frente a emergencias y estabilizar los precios cuando sea necesario.
Además de la carne que se almacena congelada, el gobierno chino también mantiene una reserva de cerdos vivos, que entrega a los agricultores en tiempos de escasez.
Por la peste porcina que afectó a los cerdos en China se calcula que se perdieron al menos 100 millones de animales.