A mediados de abril, Chevron, la segunda jugadora en el mundo del petróleo de los Estados Unidos (la primera es Exxon), llegó a un acuerdo para comprar Anadarko Petroleum, uno de los principales productores independientes del país.
La compra iba a ser por US$ 50 mil millones. Decimos “iba” porque lo que era un hecho entonces, ahora parece haberse caído.
Así es, la compra que fortalecería la posición de Chevron en la producción de shale oil en los Estados Unidos y que la compañía veía como una prioridad estratégica para su expansión, ahora está en duda, ya que Andarko ahora dice que recibió una oferta mejor de Occidental Petroleum y le dio a Chevron cuatro días para pensarlo.
Occidental ofreció US$ 76 por acción, de los cuales US$ 59 son en efectivo.
La oferta de Chevron incluía darles US$ 16,25 por cada acción a los inversores de Anadarko y un porcentaje de los papeles de Chevron, lo que valoraba el acuerdo en US$ 33 mil millones. Al incluir la deuda de Anadarko, el valor total de la empresa ascendía a US$ 50 mil millones.
Sin embargo, ahora todo está en un punto muerto a la espera de la decisión de Chevron de subir -o no- su propuesta.
Alguien detrás
Detrás de la guerra desatada por Andarko está nada menos que el magnate Warren Buffett, de Berkshire Hathawa, quien invirtió US$ 10 mil millones en Occidental para ayudar a financiar esta adquisición.
El acuerdo, sea quien sea el comprador, será el más grande de la industria petrolera desde que Royal Dutch Shell compró BG Group en 2016. También generó especulaciones sobre la posibilidad de que otros productores independientes de shale oil de los Estados Unidos pudieran ser adquiridos por alguno de los gigantes.
La pelea es por los 4 millones de barriles diarios que se producen en la actualidad en la llamada cuenca Pérmica, una zona rica en petróleo ubicada al sur de los estados de Texas y Nuevo México, y al norte de México.
Según IHS Markit, se estima que se alcance los 5,4 millones de barriles para 2023, más que la producción total de cualquier país de la Opep, excepto Arabia Saudita.
Chevron, Exxon, Shell y BP, los cuatro grandes players de esta industria en los Estados Unidos, están recuperando el terreno que perdieron en la primera etapa de la extracción de shale oil. Fue a manos de los productores independientes, como Andarko, mucho más ágiles en el uso de tecnologías de perforación modernas y baratas.
Occidental también quiere ser parte del grupo de los denominados “grandes”.