-
Los restaurantes han atravesado por todo tipo de pésimos incidentes durante esta contingencia sanitaria.
-
El hecho de un chef denunciando el plagio de uno de sus restaurantes lo importante que son las redes sociales para esta industria.
-
Existen elementos muy importantes que las marcas restauranteras tienen que aprovechar para destacar su comunicación a través de redes.
El post de un chef se ha convertido en la peor exhibición en el mercado gastronómico, envuelto en todo tipo de polémicas desde que la denuncia de una colaboradora de Pujol exhibiera las medidas laborales que el mejor restaurante de América Latina emprende en todo tipo de situaciones, como cuando tienen eventos y deben de estar a capricho de Enrique Olvera.
Ahora un nuevo incidente está aquejando a la industria restaurantera, luego de que el chef Edgar Nuñez ha exhibido que ya hay un restaurante copia de su famoso Comedor Jacinta, negocio que originalmente se ubica en la colonia Polanco.
El restaurante copia se encuentra localizado en San Ángel, con lo que sin lugar a dudas se establece un granu referente de lo importante que se ha vuelto la denuncia a través de redes sociales de este tipo de incidentes, sobre todo porque a decir del profesional, este restaurante incluso vende la falsa idea de ser un concepto propiedad de Nuñez.
El nuevo pecado gastronómico que ha sido exhibido en redes sociales, es muestra del impacto que ha logrado la comunicación a través de estas plataformas y que influye en la industria gastronómica, pero también logra exhibir las prácticas dentro de esta.
Hay un restaurante en San Ángel que se llama “Jacinta” YO NO TENGO NADA QUE VER, aunque su staff diga que es mío. Yo no tengo tan mal gusto, la neta. #BuenasNoches
— édgar núñez i magaña (@EdgarNunezM) July 16, 2021
Si piratean los registros de vacunación, que no me pirateen @ComedorJacinta ?♂️
— édgar núñez i magaña (@EdgarNunezM) July 16, 2021
Malas prácticas azoran el mercado gastronómico mexicano
El mercado gastronómico mexicano está siendo víctima de malas prácticas y una de las más recientes reportadas por Merca2.0 ocurrió con Lady Tacos de Canasta, cuando esta supuestamente quiso cobrar por el uso de licencia de su imagen en un restaurante, 200 mil pesos.
La exorbitante cantidad se convirtió en un serio problema para la persona encargada del negocio y en su momento se convirtió en un pésimo referente para la imagen de esta influencer, quien se popularizó por su peculiar forma de ser al momento de vender tacos de canasta en calles del Centro Histórico.
Al principio de la nota recordamos incidentes como la denuncia que en su momento hizo una chef, misma que se viralizó pues expuso las malas prácticas laborales que se llevan a cabo en Pujol, considerado como el mejor restaurante de América Latina.
Los hechos reportados en su momento se convirtieron en pésimo antecedente de la situación en la que se encuentra el mercado gastronómico mexicano y nos recordó el valor que han encontrado las marcas en poder innovar ante el consumidor y lo más importante, internamente.
Para motivar estos cambios, las redes sociales han sido fundamentales en esta transformación, por lo que destacan esfuerzos como el lanzado por la cuenta de Instagram “Terror Restaurantes México”, que suma cerca de 20 mil seguidores en Instagram.
La cuenta se ha destacado por denunciar testimonios anónimos de la experiencia laboral en grandes restaurantes de la ciudad de México, convirtiéndose en muchas ocasiones en macabras historias laborales.
Malas prácticas en el mercado restaurantero
Hay muchos errores al interior de los restaurantes y en algunos casos, estos errores se han exteriorizado por lo que hemos visto incidentes no solo con establecimientos de gran renombre, también con marcas de gran valor en el mercado de fast food.
Un ejemplo de ello ocurrió cuando Burger King lanzó una extraña campaña que buscaba reconocer la falta de espacios laborales para mujeres en el mercado restaurantero y terminó convirtiéndose en una agresión para ellas, por una estrategia creativa que no logró impactar, por el contrario, cobró una gran factura en reputación a la firma.
Ahora lee: