Cheerios es la marca de cereal más consumida en Estados Unidos durante el desayuno, pero su dulzura se está convirtiendo en una amarga estrategia que impacta en su imagen.
Se trata de su campaña con la que buscaba repoblar de abejas en el mundo, sin embargo, la solución está generando un desequilibrio ambiental.
Cheerios lanzó en 2016 junto a la agencia canadiense Cossette, la campaña Bring back the bees (Trae de nuevo a las abejas). Como parte de la campaña, la marca desapareció la tradicional abejita de sus cajas para protestar por la disminución en la población de estos insectos y regaló mil 500 millones de semillas para cultivar flores silvestres.
La campaña de Cheerios:
Buzz Bee is off the box to help his pollinator friends who are in trouble. Join the mission to #bringbackthebees! https://t.co/6j8CkxO3By pic.twitter.com/LxgkSWgYT6
— Cheerios (@cheerios) 15 de marzo de 2017
Las reacciones tras regalar semillas de flores silvestres:
Honey nut cheerios giving away packets of wildflower seeds, but not removing honey from their cereal makes no sense.
— Chloe ☣ (@chloeampm) 17 de marzo de 2017
Vesey, la compañía proovedora de semillas para Cheerios, respondió a la polémica, al advertir que la mezcla de semillas no era invesiva en muchas de las regiones donde se regalaría:
.@veseys responds to concerns over wildflower seeds they provided for @cheerios https://t.co/3PQYa1sOZZ
— saunie (@saunieindiego) 21 de marzo de 2017
La idea de multiplicar el número de abejas a través de un mayor número de flores parecía buena, sin embargo, la estrategia se convirtió en contra de la marca luego de que sitios como Wbir o USA Today trascendieron información en la que especialistas consultados advierten de los riesgos de cultivar este tipo de flores en regiones de donde no son nativas.
La estrategia negativa promovida por Cheerios hace que llueva sobre mojado a General Mills, la compañía dueña de la marca, pues anunció sus resultados financieros y durante siete trimestres consecutivos ha visto una reducción en sus ventas. El segmento que más problemas está causando para General Mills Inc. es el del yogurt.
Esta no es la primera vez que un ingrediente impacta en la percepción de marca de un producto. Nutella por ejemplo, enfrentó la polémica tras saberse que el aceite de palma, fundamental en su fórmula, presuntamente es cancerígeno en determinados procesos de uso.