Los Chavorrucos o Forevers son una tribu urbana poco reconocida y de la que no se habla mucho en los medios. Los Forevers son niños perdidos en busca de Peter Pan. Treintones, cuarentones y cincuentones que siguen siendo niños y huyen todos los días de las responsabilidades y los compromisos. Compran juguetes como motocicletas, coches o experiencias que los mantienen con un espíritu joven. Los bautizaron como Chavorrucos porque son hombres maduros que se comportan como niños o adultos jóvenes. Buscan un estilo de vida que no revele su edad. Lo que odian es que en la calle o cuando los atienden en un McDonald’s se refieran a ellos como “…señor”. Visten moda adolescente informal y odian las corbatas o la ropa que los hace lucir de su edad real. Caen cautivados por las “Lolitas” -Mujeres por lo menos 10 años más jóvenes que esta tribu y que deben su nombre a la novela de Vladimir Nabokov editada en 1955 y que cuenta la historia de un pasional romance entre una atractiva y precoz adolescente y un hombre maduro-.
Los Chavorrucos habían permanecido con un bajo perfil hasta hace poco, en cuanto a tendencias de mercadotecnia, consumo y estilo de vida. Pero a partir de hace aproximadamente 5 años han iniciado una disputa territorial de mercado con los Millennials.
¿Por qué una confrontación entre Chavorrucos y Millennias?
Existe en juego un poder laboral, profesional y de protagonismo y exposición.
Algunos “Old Millennials” ya cumplieron 35 años y buscan cierta estabilidad por lo mismo ocupan un territorio y esto genera una disputa generacional ya sea en la oficina, lo profesional o los negocios.
Los Chavorrucos son al mismo tiempo “señores” maduros pero con un estilo de vida relajado con espíritu joven y comienzan a competir por trabajos, creatividad, proyectos, contratos y cuentas.
Los Chavorrucos despertaron al liderazgo demasiado tarde. Buscan el protagonismo y el poder cuando ya está en manos de los Millennials y esto genera ciertas rencillas.
Los Millennials se han dado cuenta que desde hace más de 5 años la opinión pública y los medios ya les otorgaron el poder y les gusta, no piensan renunciar a él y buscarán mantenerlo el mayor tiempo posible.
Existen ya muchas marcas poderosas con autoría Millennial que han generado facturaciones exitosas mundialmente, con mucho poder de influencia, mientras que los Forevers, por estar en un eterno “Lost in translation” no han aterrizado éxitos contundentes y demostrables.
Los Chavorrucos saben que tienen menos tiempo de juventud que los Millennials y por lo mismo su tiempo se agota cada día.
Lo que queda a las marcas observadoras es seguir este tipo de pugnas para obtener un mejor conocimiento del comportamiento de los nuevos clientes. Y así buscar áreas de oportunidad para vincularse mejor con las diferentes sub culturas urbanas, ya sea a través de la oportunidad generacional, del género o lo tribal.