La evolución en los conceptos de puntos de venta ha llevado a diversas marcas a evolucionar en la aplicación de sus tareas, logrando con ello trascender el concepto de retail y omnicanalidad, que se encuentran concentrados en el comercio electrónico.
Una encuesta realizada por Statista descubrió que los hábitos son fundamentales para el 30 por ciento de consumidores estadounidenses encuestados, cuando deciden entre si van a comrar o no un determinado producto.
De la mano de estas tendencias, la evolución del concepto de tienda es una nueva apuesta que figura en los pendientes de las marcas como Chanel, tal como lo advirtió Bruno Pavlovsky, presidente de la división de moda de Chanel, a WWD, al reconocer que buscarán adelantarse a las tendencias digitales que estén pro presentarse, comprando una participación en Farfetch.
“Hemos decidido trabajar juntos en la tienda del mañana (…) con la nueva generación de consumidores en camino y el avance de lo digital, era el momento adecuado para anticiparse a los cambios y enriquecer el servicio al cliente incorporando las últimas herramientas digitales”, reconoció.
Chanel no es la primera en colaborar con Farftech, Burberry anunció su alianza con la plataforma multimarca, para lograr incrementar sus ventas a través de los 150 países en los que la plataforma tiene la capacidad de hacer llegar productos.
Esta alianza ocurre ahora que la apuesta de la compañía inglesa es poner a la venta en menos de 24 horas, los productos que muestra en pasarela, una estrategia creativa que se suma a otras ideas innovadoras como las implementadas por Gucci, al contar con un departamento de jóvenes, con quienes diseñan productos y acciones dirigidas al mercado millennial.
Farftech es una plataforma unicornio, una categoría muy difícil de alcanzar, pues solo se otorga a las empresas tecnológicas que logran escalar en la obtención de capital, en un corto periodo de tiempo y sin tener que salir a la bolsa.
La etiqueta de empresa unicornio la alcanzó Farftech en 2015, cuando obtuvo 86 millones de dólares en una ronda de inversiones de series E, etiqueta con la que se clasifica el tipo de capitalización que obtiene una empresa de este tipo, donde A sirve para la optimización de un producto, para poder convertirlo en una idea revolucionaria en el mercado, mientras que las series B, por ejemplo, son el capital invertido que está dirigido a la construcción de la empresa, con mayor expansión en el mercado y formación en la comercialización con que cuentan.