Chanel presentó su colección primavera verano 2017 y desfiló sus prendas en medio de un data center, haciendo que las modelos caminaran entre cables y servidores, productos base del internet y las plataformas digitales que actualmente tenemos y en las que segmentos de consumidores como millennials o generación Z están conectados de manera casi permanente.
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La estrategia creativa pudo haber sido una forma en que la marca de lujo comunicó su empatía por un mercado millennial que no puede dejar de interactuar a través de su teléfono móvil, pero sin descartar su arraigo a la exclusividad y reputación basada en la historia que ha vivido como marca, al seguir presentando desfiles y no vender sus productos a través de un sitio electrónico propio.
Recordemos que marcas como Burberry ya cuentan estrategias digitales donde comercializan sus prendas a través de un portal de comercio electrónico propio, como ocurre con Burberry, quien tiene implementada un peculiar estrategia de experiencia de usuarios pues para llevar a cabo la compra de uno de sus productos se tiene que interactuar con un embajador de la marca vía telefónica para concretar la operación.
Esta apuesta de Chanel por el mercado millennial llegó en esta ocasión como una estrategia creativa, es decir, inspirarse en la mercadotecnia digital para presentar una colección donde los bolsos dan la apariencia de ser circuitos de una computadora y para convencer al mercado joven, también usó gorras raperas forradas en tweed, para convertir un objeto popular en una pieza de lujo.
Chanel ya había dado muestras de querer empatar con un mercado millennial, con embajadoras de marca como Kirsten Stewart o Willow Smith.
Este interés de la moda por la tecnología no es nuevo, de hecho Chanel ha pensado demasiado en su implementación pues en el transcurso de los años, otras marcas ya han dado muestra de cómo lucen prendas iluminadas con tecnología led o han desarrollado piel vegetariana a través de innovadoras estrategias de biotecnología.
