La próxima cita en la corte de Meng
Meng, de 46 años, salió de una corte en Vancouver el martes luego de pagar una fianza de 7.5 millones de dólares estadounidenses.
Después de pasar 10 días en la cárcel, ahora enfrenta una larga batalla legal sobre si debe ser extraditada a Estados Unidos, donde los fiscales la acusan de ayudar a Huawei a evitar las sanciones contra Irán.
Como condición para su liberación, ella aceptó entregar sus pasaportes y vivir en una de sus dos casas de Vancouver. También usará un brazalete GPS en el tobillo y pagará por un dispositivo de seguridad las 24 horas, medidas que su equipo legal propuso para mitigar las preocupaciones de que podría regresar a China.
Estados Unidos tiene 60 días a partir de la fecha de su detención provisional para proporcionar a Canadá su solicitud formal de extradición y los documentos de respaldo. El Departamento de Justicia de Canadá tiene 30 días para decidir si da el visto bueno para una audiencia en la que un juez evalúa la solicitud.
Se espera que el proceso de aprobación o denegación de la solicitud del gobierno estadounidense lleve meses y que Meng regrese ante la corte el 6 de febrero.
Ambiciones tecnológicas de China
El arresto de Meng ha hecho sonar las alarmas en Huawei, que es una parte vital de los esfuerzos de China para convertirse en una potencia tecnológica global. Vende más teléfonos inteligentes que Apple y fabrica redes de telecomunicaciones en países de todo el mundo.
Huawei, que los funcionarios del gobierno estadounidense consideran como “un riesgo para la seguridad nacional”, ha dicho en repetidas ocasiones que no está al tanto de ningún delito por parte de Meng e insistió en que sigue todas las leyes y regulaciones en las que opera.
El riesgo para Huawei es que el caso estadounidense contra Meng podría evolucionar hacia un movimiento más amplio contra la compañía.
EU paralizó al rival más pequeño de Huawei, ZTE durante los meses de este año impidiéndole que comprara partes vitales de fabricación estadounidense. Hizo algo similar a un fabricante chino de chips el mes pasado.
Ese tipo de movimiento contra Huawei tendría consecuencias mucho más amplias y podría interrumpir los esfuerzos de China para liderar la introducción mundial de 5G, el futuro de la tecnología inalámbrica.
Después del arresto de Meng, las ambiciones de 5G de Beijing están colgando de “un hilo”, escribieron los analistas del banco de inversión Jefferies en una nota de investigación el viernes.