
- La CEO del Banco Santander advierte que los aranceles de Trump perjudicarán relativamente más a Estados Unidos que a Europa.
- Al menos, en el corto plazo.
- Ana Botín dice que los aranceles son un impuesto al consumidor que resultará en menor crecimiento y más inflación en EE.UU.
En el contexto de la mayor tensión comercial internacional por la imposición masiva de aranceles, Ana Botín, CEO de Banco Santander, dio su opinión sobre las potenciales consecuencias de las políticas proteccionistas impulsadas especialmente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En declaraciones a CNBC desde Bruselas, en el marco del IIF European Summit 2025, Botín dijo que, en el corto plazo y en términos relativos, Europa experimentará un impacto mucho menor en comparación con Estados Unidos.
La idea está en línea con la opinión de muchos analistas, quienes también prevén que los aranceles podrían generar un incremento en la inflación y ejercer más presión sobre el poder adquisitivo de los consumidores estadounidenses.
Impacto económico
La titular del Banco Santander fue categórica al definir los aranceles como “un impuesto directo que recae sobre el consumidor final”.
En su análisis, esta imposición tributaria sobre los productos importados inevitablemente se traducirá en un encarecimiento de los bienes, lo que a su vez podría “desencadenar una disminución del ritmo de crecimiento económico y un aumento generalizado de los precios”.
La incertidumbre generada por la aplicación de estas políticas comerciales también jugaría un papel determinante en las decisiones de los ciudadanos y las empresas.
Ante la falta de claridad sobre el alcance y la duración de los aranceles, “es probable que los consumidores posterguen la adquisición de bienes duraderos, como automóviles o electrodomésticos, y que las compañías demoren inversiones hasta evaluar con mayor precisión el panorama comercial”, dijo Botín.
La inquietud de la CEO de Santander respecto de las repercusiones negativas de los aranceles en la economía estadounidense no es una impresión solitaria. Muchos expertos están expresando similares preocupaciones, anticipando que estas medidas podrían exacerbar la actual presión inflacionaria y mermar la capacidad de gasto de las familias en Estados Unidos.
La búsqueda de la administración Trump por impulsar la manufactura local y reducir los déficits comerciales a través de la imposición de aranceles desde el inicio de su segundo mandato se contrapone a las advertencias sobre los efectos adversos que estas acciones podrían acarrear para la propia economía estadounidense.
La perspectiva europea sobre los aranceles de Trump
Frente a la posible desaceleración de la economía estadounidense, Ana Botín tiene una visión más optimista sobre la situación en Europa.
Si bien reconoció la dificultad para anticipar los próximos movimientos del Banco Central Europeo debido a la imprevisibilidad, sugirió que la economía del euro podría mostrar mayor resistencia, en parte impulsada por la fortaleza de Alemania, que representa una fracción considerable de la economía de la eurozona.
No obstante, hay que decir que Alemania está preocupada por la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de automóviles a Estados Unidos, calificándolos como una “noticia desfavorable” para el comercio entre ambos bloques y a nivel global.
El sector automotriz alemán es particularmente susceptible a las alteraciones abruptas en los patrones comerciales vinculados a Estados Unidos.
En contraste con las dificultades que enfrentaría Estados Unidos, Botín destacó la solidez de los bancos europeos y su disposición para incrementar el crédito y respaldar la economía.
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