El gigante chino CATL, el mayor fabricante de baterías para autos eléctricos del mundo, decidió aplazar sus planes de inversión en México y los Estados Unidos.
La novedad fue publicada este viernes 21 de octubre por Reuters.
Según la agencia de noticias, CATL está preocupada por cambios en las leyes estadounidenses respecto al ingreso a ese país de insumos provenientes de China, materiales clave para la fabricación de baterías.
CATL entiende que estos cambios podrían hacer crecer sus costos de producción en las plantas que planeaba levantar en México y en Estados Unidos.
CATL provee de baterías a uno de cada tres vehículos eléctricos que hoy está en circulación en el mundo, y estaba analizando abrir un conjunto de fábricas en estos dos países.
Las inversiones estaban planificadas para el norte de México y para los estados de Carolina del Sur y Kentucky, en Estados Unidos.
De concretarse, será la mayor expansión fuera de China por parte de CATL, que tiene el control del mercado en el gigante asiático, ya que provee la mitad de las baterías de ese país.
Además, presta servicios a algunos de los fabricantes más importantes del mundo como Ford y BMW.
CATL frena inversión china en baterías en México y Estados Unidos
Reuters dice ahora que los ejecutivos de CATL han frenado el proceso de análisis de lugares para instalar las plantas en América del Norte desde hace un mes, cuando Estados Unidos decidió imponer nuevas restricciones (más estrictas, por cierto) en lo que se relaciona con el abastecimiento de materiales utilizados en las baterías de los vehículos eléctricos.
Estos cambios también han impactado en Volkswagen, BMW y Hyundai, que enviaron una nota a los congresistas estadounidenses para que les den más tiempo para adaptarse a las modificaciones y poder cumplir con los objetivos de abastecimiento de baterías.
Estados Unidos agregó estos requisitos a los que ya existían para poder calificar para recibir incentivos fiscales.
Si CATL finalmente desiste de las inversiones en México y los Estados Unidos como publica Reuters, será la primera gran compañía de baterías o fabricante de autos que lo hace luego de la aprobación de la ley conocida como Ley de Reducción de la Inflación.
Según el senador demócrata Joe Manchin, uno de los mayores impulsores de la norma aprobada en el Congreso de los Estados Unidos, la intención fue impulsar a las compañías a extraer y procesar materiales para baterías en Estados Unidos, rompiendo con la dependencia de la industria en China.
La ley dice que los fabricantes de automóviles obtengan el 50 por ciento de los minerales críticos usados en la fabricación de baterías en Estados Unidos y países aliados.
CATL ve a América del Norte como un mercado crucial, por lo que el cambio en la ley sería una buena razón para no desembarcar con sus plantas.
Las nuevas normativas elevarían el costo de fabricación de baterías en Estados Unidos y México a un nivel más alto que el que supone fabricarlas y enviarlas desde China, incluso si el gobierno estadounidense ofreciera subsidios para que CATL construya las plantas.
China, liderada por CATL, domina la cadena de suministro de baterías para vehículos eléctricos y produce alrededor del 70 por ciento de las celdas de batería fabricadas en todo el mundo.
También domina el refinado de materiales vitales para el sector, como el cobalto y el manganeso.
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