Todos queremos nuevos clientes. Los ansiamos y planeamos la forma de llegar a ellos para facturar más. Generamos estrategias asertivas y de fracaso para lograr obtenerlos.
Mr. Claus no sólo es la imagen de esta temporada, sino que también interactúa con los usuarios en su fanpage oficial.
Sin importar su oferta, todas las empresas buscan vender, ya sean privadas, públicas, ONG´s o asociaciones, todas buscamos un intercambio, todas buscamos vender productos, servicios, ideas, patrocinios, afiliaciones, conciencia social o educación.
Esta palabra es relativamente nueva en mi vocabulario, y me gusta porque implica uno de los grandes vicios o debilidades del ser humano. Procrastinar es postergar una acción importante que podemos hacer hoy y que sustituimos por otra acción de menor relevancia.
Es demasiado fácil pensar en la producción y en el consumo como opuestos. Consumidores pasivos eran una realidad del principio del capitalismo, cuando la producción ocurría en las fábricas y el consumo en casa.
Esta época de teclados, likes, perfiles, videos, matchs y palomitas de recibido replantea por completo hasta el más mínimo detalle de nuestras formas de ser, vivir, relacionarnos, enamorarnos y hasta de sufrir. El whatsapp controla nuestras relaciones y aparecen nuevos códigos con los que hay que aprender a lidiar.
Es común encontrarnos en situaciones en las que requerimos aprovechar al máximo nuestro tiempo, tanto dentro como fuera de la oficina. Exceder los resultados esperados o lograr más con menos se han convertido en “mantras” profesionales que persiguen incansablemente tanto empresas como individuos.
Los últimos 5 años han sido interesantes en la industria del marketing. La popularización de redes sociales y la pulverización de espacios publicitarios han obligado a muchas a ofrecer servicios que salen de sus zonas de confort. Para decir lo mismo en menos palabras, hacen mucho más trabajo y mayor variedad de servicios por rendimientos marginales apenas crecientes.
Lo Digital es y será la huella de la humanidad en el siglo XXI, como lo fueron y han sido la piedra, el hierro, la agricultura, el vapor, la industria, la computadora, e internet.
¿Alguna ves has comparado la calidad del servicio de dos empresas muy diferentes en su giro y que no compiten directamente entre si?
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