
Hoy me despido de este espacio que me ha llevado a romper distintos límites personales con el enorme placer de saber que he cumplido cabalmente con alguien muy importante: conmigo. Por favor no lo tome desde el egocentrismo sino desde el punto en el que constantemente debemos exigir congruencia entre lo que pensamos y hacemos. Entonces le pido me acompañe en esta última entrega para MERCA2.0 la cual me ha prestado su enorme plataforma por casi tres años.
Ni el cliente siempre tiene la razón ni hay que venderle todo a todos sin importar las circunstancias. Quienes tuvimos la oportunidad de forjarnos como agentes comerciales, aprendimos técnicas de venta, manejo de objeciones, prospección, etc., sin embargo, la práctica común señalaba que debíamos “tirarle a todo lo que se moviera” pues el mejor vendedor era aquel que podía lograr traer más clientes al tiempo que retenía una cartera de manera consistente.
“No me gusta hablar de mi, si quieres pon la evaluación que consideres y pactemos los objetivos del siguiente año” fue la extraña petición que uno de los ingenieros más destacados que estaba a mi cargo y que sucedió en el marco de la plática de cierre de año que permitiría comunicar el alcance de sus metas en el ciclo corriente y que tenía un importante impacto en el cálculo del bono al que se haría acreedor.
En mis primeros años de la universidad, tenía el nada recomendable vicio de fumar (mismo que abandoné y le invito a que haga los mismo).
Cuando está en nuestra responsabilidad la implementación de una estrategia, el lanzamiento de un nuevo producto o incluso la comunicación de los resultados financieros, buscamos los argumentos que más abonen a la narrativa que estamos construyendo, pero ¿se ha planteado la importancia de gestionar las emociones del cliente o de su equipo de trabajo?
Quienes hemos tenido el privilegio de dedicarnos a la atención de clientes, tenemos una alta probabilidad de haber recibido algún entrenamiento relacionado al manejo de objeciones, a construir una sólida narrativa para comunicar nuestra propuesta de valor y eventualmente, a gestionar las quejas y otras malas experiencias de nuestros clientes, pero ¿qué tan hábiles somos para conocer aquellas quejas que quedan ahogadas en el silencio? Acá le cuento.
Mi padre, ingeniero topógrafo de profesión, trabajó para un organismo del gobierno del Estado de México y tiempo después, estableció su propia empresa. Ante el
Detectar una necesidad en el mercado o reconocer una oportunidad de cambio en nuestras organizaciones son algunos disparadores para diseñar nuevos proyectos, sin embargo, ¿cuántas de estas ideas no ven la luz y cuáles son las causas?
Durante esta semana tuve la oportunidad de asistir a un evento sumamente interesante convocado por Tridente Aceleradora donde BlackBot presentó el reporte de tendencias 2023.
“¿Por qué debo cambiar lo que me ha dado éxito en los últimos 10 años?” fue la pregunta que quienes somos responsables de la construcción
You don't have credit card details available. You will be redirected to update payment method page. Click OK to continue.