
Sea lo que sea que ofrezcas (producto o servicio), hay que entender que el consumidor tiene un razonamiento simple y su lĂłgica cubre Ăşnicamente aspectos que son relevantes para Ă©l mismo, por lo que no juzga objetiva ni acertadamente a la hora de comprar.
Frecuentemente, me topo con casos en los que una empresa no sabe cĂłmo construir y sacar ventaja de sus propias marcas. Si bien todos conocemos marcas que verdaderamente viven en nuestra cabeza y hacen la diferencia al momento de una elecciĂłn de compra, no significa que esta posibilidad quede reservada Ăşnicamente para las grandes multinacionales, mediatizadas y con poderosos presupuestos.
Al hablar de creatividad, es muy común caer en el mal uso del término. Verás, al ser una de las habilidades más valoradas en cualquier ámbito del mundo profesional es prácticamente imposible encontrar a alguien que no se autodefina como la “personificación viviente” de esta habilidad en su máximo nivel, convirtiéndola asà en un simple término genérico que prácticamente todo el mundo ofrece.
Quizá podrĂamos pensar que ser oportuno tiene que ver con no aparecer en un momento inconveniente para otras personas. PodrĂamos considerar tambiĂ©n que es la habilidad para aparecer en el momento adecuado en el lugar adecuado. Sin embargo, hay que comprender que “encontrar” oportunidades no es lo mismo (ni por mucho) que saber influir en las mismas.
¿Qué diferencia a las personas que logran lo que se proponen de las que lo intentan sin lograrlo? ¿Qué hace que unos tengan “éxito” donde otros “fracasan”? Se sabe que el conocimiento, posición social o profesional, si bien influyen positivamente para lograr las cosas que deseamos, no son condicionantes ni determinantes.
Hablar de resiliencia es hablar de tener fortaleza mental. Es esa capacidad que nos permite adaptarnos ante situaciones adversas y/o recuperarnos de los estados provocados por las mismas. Evidentemente, no implica reducir o desaparecer los “problemas” (esos siempre se presentan por sà solos), sino más bien es desarrollar una capacidad que nos brinde recursos y herramientas cuando necesitemos enfrentar dificultades.
Hablar de proyectar valor a nuestros clientes es entrar en el terreno de la percepciĂłn y de la mente de estos. Cada vez, es menos comĂşn encontrar empresas o productos que no se preocupen por comprender mejor a sus clientes y gestionar mejor sus relaciones con ellos.
Comenzamos el 2016, llenos de buenas intenciones y expectativas. Abordamos el paso de las semanas con brĂos renovados y dedicamos nuestro tiempo a trabajar segĂşn nuestros principales intereses y, tal parece que, quisiĂ©ramos hacer cada vez más y más para aprovechar nuestros recursos al máximo.
Algo que sigue llamando mi atención, es que conocidos o personas que asisten a mis conferencias, me platican, con frecuencia (y con algo de frustración), que solamente logran un porcentaje bajo de los propósitos que se plantean. La explicaciones son diversas y van desde que priorizan más unas cosas que otras, hasta que simplemente no saben cómo plantear y abordar un cambio en particular.
Es común encontrarnos en situaciones en las que requerimos aprovechar al máximo nuestro tiempo, tanto dentro como fuera de la oficina. Exceder los resultados esperados o lograr más con menos se han convertido en “mantras” profesionales que persiguen incansablemente tanto empresas como individuos.
You don't have credit card details available. You will be redirected to update payment method page. Click OK to continue.