La reputación, en el mundo contemporáneo, es un recurso valioso que puede ser
destruido en un instante. Desde Adrián Marcelo hasta Diddy.
El entretenimiento actual enfrenta desafíos significativos para atraer a un público que está cada vez más disperso entre diferentes plataformas. Y esto afecta comercialmente.
Ligar en el supermercado usando piñas volteadas en el carrito de la compra es un fenómeno que da una perspectiva muy interesante sobre cómo las dinámicas sociales pueden ser aprovechadas por las marcas.
¿Quieres ganarte la confianza del consumidor? Una fórmula muy sencilla: actúa con integridad y respeto hacia los datos personales, no solamente como una obligación legal, sino como una responsabilidad moral que ninguna empresa puede permitirse ignorar.
Debe quedar claro para todas las marcas que no pueden estar ajenas a todo lo que sucede en el entorno local e internacional y cuidar a detalle su comunicación.
Podríamos pensar que Trump y Maduro son muy diferentes en el uso de su marketing político. Su estilo nos dice lo contrario
El suceso que influye en la percepción pública, el juego político y las próximas elecciones en Estados Unidos, además de su repercusión internacional, pasa de ser un atentado a convertirse en una herramienta en tendencia, oscura y sucia, del marketing político llevado al extremo para ganar, sea como sea.
Cuando las marcas se acercan a sus usuarios de una manera natural, identificándose con sus hábitos diarios y no viéndolos solo como perfiles de “Targets” prediseñados, surgen tendencias interesantes como el “Get Ready With Me” y la “Womansfera”.
El fútbol es un deporte de gran popularidad. Por eso, es un recurso muy atractivo para los anunciantes. Pero si lo que se muestra al público es de baja calidad, la marca/producto/servicio puede absorber la mala percepción de quien patrocina.
Ahora, más que nunca, las marcas deben darse cuenta de la importancia de escuchar a la gente, del descubrimiento de insights poderosos y entender que el consumidor/usuario es la “estrella de la película” a quien debemos atender, por más raro que suene lo que quieren
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