Columna de tendencias de mercadotecnia por Alvaro Rattinger
Las redes sociales han sido una bendición para las estrategias de mercadotecnia, con ellas empresas chicas y grandes han logrado competir por la atención del consumidor en igualdad de circunstancias.
El trabajo moderno requiere herramientas tecnológicas, conexión a internet y un sentido constante de la innovación. En este frenesí se ha vuelto común que las personas ignoren reglas básicas de educación y consideración al prójimo
Las redes sociales son un lugar en el que cualquier consumidor, marca o gobierno puede ventilar su opinión sin mayor filtro. Son por excelencia espacios democráticos y masivos, la clave está en aceptar que el volumen de información que se genera es masivo.
La marca más importante en la carrera profesional de un mercadólogo es la personal. Llevar la reputación y valor de una marca es trabajo diario de quien trabaja en esta industria; sin embargo, la primera responsabilidad es potenciar su propia imagen.
El mundo del marketing digital está plagado de herramientas, hay de todo tipo y su función principal es proveer de información a los estrategas de la industria.
Empiezo este año con una columna que busca cambiar –aunque sea un poco– las prácticas que nos dan mala reputación en una entrevista laboral.
El marketing existe para mantener a dos grandes elementos en balance, el valor de la marca y el consumidor. Sin ellos el trabajo de mercadotecnia no tiene sentido.
El nacimiento de las redes sociales trajo consigo una época dorada de servicio al cliente, la promesa de escuchar a cada consumidor y poder contestar rápidamente a sus problemas.
El trabajo de marketing requiere de un esfuerzo constante por mejorar los procesos actuales y encontrar nuevas maneras para llegar al consumidor. Gracias a Steve Jobs la palabra innovación se ha vuelto algo común, ahora todas las empresas son innovadoras, no importante si esto es cierto o no, lo importante es que el consumidor exige este avance perpetuo.
El mercadólogo es el líder obligado de una empresa, basta de subordinaciones a otros departamentos, marketing tiene la tarea de llegar primero a la oficina y ser el último en salir. La razón es simple, el consumidor nunca descansa, el mercadólogo tampoco.
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