La trascendencia de las redes sociales en el actual contexto digital nos hace recordar las audiencias masivas que se comunican a través de estos canales y el reflejo inequívoco de valores, identificación política y otros elementos que determinar el éxito o fracaso de sus marcas personales.
Esto se comprueba cuando son consultados los contenidos que generan, las acciones que realizan dentro de estas plataformas y los grupos a los que están afiliados.
Las redes sociales son extensiones de las marcas personales, por lo que se debe tener una idea clara de que lo que se publica en estas plataformas debe dar positivo en:
-contexto adecuado
-mensaje correcto
-audiencia indicada
En caso de no cuidar los tres puntos antes mencionados y tener conciencia de lo que al principio de la nota hemos explicado, ocurren incidentes como el grupo de Facebook Messenger llamado “Memes de Harvard para adolescentes burgueses y cachondos” (Harvard memes for horny bourgeois teens), que se convirtió en la peor estrategia del uso de redes sociales para una marca personal.
Se trata de 10 personas que perdieron su boleto de entrada a Harvard (clase 2021), luego de que la academia encontró entre los mensajes que se compartían, memes en contra de mexicanos, sobre acoso sexual infantil entre otras burlas racistas.
El incidente llevó a Harvard a tomar la decisión de expulsar a los estudiantes, en un hecho que nos recuerda la importancia de las redes sociales en un momento en que estas se determinan como extensiones de las marcas personales tanto profesionales, académicas como mediáticas.
La lista de ejemplos de por qué debemos tener cuidado de lo que publicamos en redes sociales es extensa.
El caso más reciente es el de la comediante Kathy Griffin, quien se convirtió en una desastrosa tendencia en redes sociales, tras aparecer con la cabeza ensangrentada de Donald Trump, logrando con su acción, que CNN terminara las relaciones contractuales que tenía con ella mientras que la marca con la que colaboraba terminó su contrato de colaboración con ella.
I am sorry. I went too far. I was wrong. pic.twitter.com/LBKvqf9xFB
— Kathy Griffin (@kathygriffin) 30 de mayo de 2017