La disputa entre Apple y el FBI por la negativa de la compañía a desbloquear el iPhone que fue recuperado por el presunto atacante de San Bernardino, Syed Farook, marca un nuevo capítulo en la batalla entre la privacidad y la seguridad en la era de internet.
Por un lado, el FBI quiere que Apple eluda el mecanismo de auto-borrado tras 10 intentos fallidos para iniciar el sistema sin el código de acceso, creando para ello un software, y tiene una orden de la Corte para sustentar este reclamo. Por otro lado, Apple se rehúsa a hacerlo, asegurando que este software puede servir como una llave maestra para abrir cualquier iPhone que caiga en las manos equivocadas.
La semana pasada, el CEO de Apple, Tim Cook, abordó este tema públicamente en una carta abierta en la que defendió la postura de su compañía, señalando que cumplir con la exigencia del gobierno estadounidense en este caso establecería un precedente peligroso con respecto a la seguridad de los datos personales.
Otras compañías tecnológicas como Google y Facebook se han pronunciado a favor de Apple en esta disputa, sin embargo, los ciudadanos estadounidenses parecen estar más del lado del FBI. De acuerdo con una encuesta realizada por el Pew Research Center, el 51 por ciento de los adultos estadounidenses creen que Apple debería desbloquear el teléfono del atacante, mientras que el 38 por ciento opina que Apple tiene el derecho a no cooperar con las autoridades.
Incluso entre aquellos leales a la compañía, que utilizan uno de sus teléfonos, el apoyo demostrado es tibio, ya que el 47 por ciento de los usuarios de un iPhone cree que Apple debe cumplir las órdenes del FBI, frente a 43 por ciento que opina lo contrario.